Es uno de los suplementos que más recomiendan los entrenadores y más consumen los deportistas… eso lo ha puesto “de moda”. De hecho, se le han adjudicado muchas virtudes pero la realidad es una sola. Funciona.

Funciona como opción para quienes tienen una vida complicada. Funciona para quienes tienen un requerimiento elevado de proteína en su dieta. Funciona sólo para quienes tienen una dosificación adecuada proteína-carbohidratos y la consumen en el momento correcto.

Ahora bien, hay en el mercado muchas opciones. Dependerá de cada caso. Si vas a una tienda (porque SIEMPRE debes comprar en tienda y no en mercados) te encontrarás con tantas diferentes que está como para volverse loco.

Comencemos por mencionar qué es y para qué sirve. Los polvos de proteína son productos tecnológicamente creados para sustituir y facilitar la ingestión de proteína. La proteína se encuentra básicamente en productos de origen animal que por lo general son perecederos. ¿A dónde quiero llegar? A que si alguien tiene necesidad de consumir proteína a las 5 de la tarde pero salió de su casa las 7 de la mañana no siempre tiene oportunidad de conseguirla en fuentes alimenticias. No puedes cargar contigo un pedazo de pollo sin que corras el riesgo de que se descomponga por no estar refrigerado. Es decir, un suplemento que te aporta proteína te servirá para reemplazar ese alimento que no pudiste comer.

Por otro lado, hay dietas en donde el requerimiento de proteína es alto (ojo, esto sólo puede calcularlo un especialista) y si toda esa proteína viniera de productos de origen animal, la dieta sería a su vez muy alta en grasa también. Recordemos que en 30 g de producto de origen animal (pollo, pescado, carne, etc) encontramos sólo 7g de proteína pura, lo demás es grasa, agua, minerales, etc. Es aquí donde se aconseja consumir estos suplementos que no tienen más.

En fin, son muchas las ventajas, sin contar que los hay de muchos sabores, lo que te permite dar variedad a la dieta y que suelen venir adicionados con vitaminas, minerales y con proporciones ideales de aminoácidos para su mejor función en el metabolismo.

Ten cuidado nada más con la cantidad que consumes. Por lo general los botes de proteína traen dentro una cuchara medidora (scoop) y te aportarán la cantidad de proteína pura que ofrecen en la etiqueta en una o dos scoops de producto. Ojo, el riñon no puede filtrar cualquier cantidad que le des. En este caso, como en muchos otros que tienen que ver con nutrición, no siempre aplica el "más es mejor". Hasta 30g de proteína pura es una dosis segura, después, ya es demasiado.

Ahora bien, la tecnología ha avanzado tanto que no sólo ha podido darles sabor y textura sino también biodisponibilidad y velocidad de dispersión. ¿Qué es esto?

La biodisponibilidad es la capacidad que tiene el cuerpo para disponer de esa proteína. Se ha logrado que sea muy alta. De hecho, de acuerdo a ésto y a la combinación de los aminoácidos (la unidad fundamental que conforma las proteínas) es que se habla de calidades. Se sabe que la mejor hasta ahora es la extraída del suero de la leche (whey) pero puedes encontrar caseína, de soya, de huevo, de carne.

Dependerá de tus necesidades cuál elegir. Los que son vegetarianos ni siquiera se cuestionan consumir la de soya, es esa y punto. Los que necesitan una proteína para recuperarse del entrenamiento consumen de suero de leche.

La velocidad de dispersión tiene que ver con el tipo de proteína y el tratamiento que se le da. Es decir, la caseína suele ser de dispersión muy lenta por lo que se recomienda consumirla en la noche, antes de ir a dormir, para que sea en esas horas que desarrolle su función. Es decir, durante la noche estarás dándole al cuerpo, poco a poco proteína para con la idea de que se recupere. Hay extractos de otras proteínas, como de whey, que se han lograda hidrolizar de tal manera que entonces en un mismo polvo encuentras proteína de rápida, media y lenta dispersión. Eso dependerá del producto que elijas. La de rápida la necesitas si estás a punto de hacer ejercicio o acabas de terminar, la de media y larga dispersión seguirán absorbiéndose por más tiempo.

La clave está en dos cosas: que te asesores con un especialista en nutrición (ojo con los entrenadores o los vendedores de las tiendas que por lo general no son especialistas del tema) y que compres en establecimientos seguros que te puedan garantizar la calidad del producto que estás pagando.

Finalmente, consumir proteína en polvo es una excelente alternativa a comer. Es una opción para utilizar la tecnología y la nutrición a nuestro favor, pero hay que saber cómo y cuándo hacerlo.

Se que ir caminando por el gym meneando un vaso de “prote” se ve “súper cool” pero piensa si en realidad es lo que necesitas y si en realidad lo estás consumiendo en la cantidad y en el momento en que te ayudará más. No son productos baratos y tampoco son para todos, por favor, asesórate con un especialista.

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