-¡Te dije que nos haría falta más lubricante! –Chilló. –En verdad duele, deberías parar. –La oscuridad de la habitación, el olor y la sensación de ardor, la pusieron de muy mal humor.

-¡Con un demonio! ¡Qué pares, he dicho! –Blasfemó.

Había esperado semanas para tener el exquisito encuentro sexual que su novio le prometía, ese en el que las sensaciones y los aromas se apoderarían de sus cuerpos para envolverlos en la mejor experiencia de sus vidas. Pero aquello no resultó como esperaba.

Tres semanas antes de esa noche la idea no sonaba tan descabellada; el vendedor de la sex shop casi les juró ver las estrellas, y ella, no conforme con esas palabras ni las de su novio, recabó toda la información posible. Internet no podía mentir, se supone que los juguetes sexuales pueden mejorar entre el 50 y el 80% el rendimiento sexual de las parejas.

Entonces, ¿qué estaba saliendo mal? ¿Acaso las bolas chinas no eran para ella? Después de todo según un estudio de SexPlace, este sex toy es el más usado por las mujeres. ¿Y qué hay de los vibradores? Esos son los segundos en la lista  ¿Sería que la calidad de los productos que compraron no era tan buena? El 70% de los juguetes sexuales se producen en China. Quizás ese era el problema…

Un estudio de la Universidad de Indiana decía que el uso de estos juguetitos ayuda a las personas a alcanzar el placer sexual no sólo durante el acto, también a lo largo de su vida. Y si no lo estaba disfrutando en ese momento, ¿no lo disfrutaría nunca?

-¡Maldita sea, ya para! –Gritó de nuevo, pidió quitarse las ridículas esposas decoradas con peluche rojo y se despojó de las apretadas medias rotas que le cortaban la circulación. Pudiendo complacer cualquier otra de las fantasías de su pareja, aceptó esa, la de los juguetillos.

-La próxima vez te doy sexo oral. Creo que lo preferiría. –Dijo molesta después de encender la luz. Al final, esa es la fantasía sexual más común.

-Tal vez necesitabas más caricias. –Bromeó un poco su novio una tarde mientras compartían la experiencia con su médico. Aunque en México el 80% de las parejas hablan abiertamente sobre su sexualidad, el jugueteo y las caricias previas a la penetración es una fantasía más, ya que 76% de la población no las toma en cuenta al tener relaciones.

-Creí que las bolas chinas solo servían para hacer ejercicios. Mi hermana se compró unas después del parto de su primera hija. Pero cuando él me dijo que son útiles para el placer sexual, le creí. -Mencionó la chica mirando a su novio de reojo.

-No estás equivocada, -respondió el médico. –Las bolas chinas son las más usadas por las mujeres porque tienen beneficios terapéuticos, por ejemplo, cuando se tiene suelo pélvico débil. Para muchas mujeres es desagradable, pues la sensación al colocarse unas bolas chinas puede ser muy similar a usar un tampón. Eso no quita su efectividad en algunas prácticas sexuales. Hay parejas a las que les agrada usarlas en la intimidad.

-Te lo dije. –Mencionó ella.

“La próxima vez me uno al porcentaje de personas que han tenido relaciones sexuales en el trabajo, 56% de los hombres lo han hecho. Podrá ser más peligroso, pero las bolas chinas no son indispensables en esos casos”, pensó.


Frida Sánchez, Comunicación y Periodismo FES Aragón, UNAM
@frida_san24

Ilustrador Elihu Shark-O Galaviz
@elihumuro

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