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Hay autos que no necesitan presentación para hacerse notar. Algunos, con solo relanzar una fórmula conocida pero ligeramente modificada, captan nuestra atención. ¿Autos para puristas? Tal vez ya no. ¿Para entusiastas? Sin duda.
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El Golf GTI es uno de esos casos. Aunque parezca que ha cambiado poco con el tiempo, basta con ponerlo al lado de su primera generación para entender la transformación de aquel hatchback sencillo de los años 70 al deportivo compacto de hoy, pocas cosas han permanecido intactas y una de ellas son tres letras: GTI.
El origen del Volkswagen Golf GTI
El Volkswagen Golf nació en la Alemania Occidental de los años setenta con la misión de evolucionar al Vocho. Se buscaba un reemplazo moderno, con motor delantero, tracción delantera y una carrocería práctica para el uso urbano. Así, en 1974 inició su producción y, apenas dos años después, nació el Golf GTI, que con un motor 1.6 litros prestado del Audi 80 GTE marcaría el nacimiento del segmento de los hot hatch.
Este modelo no solo introdujo un nuevo segmento, también ofrecía el balance entre uso diario y diversión al volante, combinando peso ligero, tamaño compacto y buen desempeño.
Evolución sobre ruedas
En Autopistas tuvimos la oportunidad de revisitar al GTI desde una perspectiva distinta más allá de una prueba fue un repaso a su evolución. De aquel motor 1.6 litros pasamos hoy a un 2.0 litros TSI de 261 caballos de fuerza, acoplado a una caja DSG de 7 velocidades. Y aunque el concepto base no ha cambiado, la ejecución sí lo ha hecho.
El GTI fue pionero en ofrecer emociones deportivas en un formato práctico, y esa esencia sigue viva. Lo que en su momento era un experimento atrevido, hoy es un referente. La fórmula funciona, y Volkswagen lo sabe.
GTI MK8.5: más que un facelift
El nuevo Golf GTI MK8.5 no representa una generación completamente nueva, sino una evolución refinada del MK8. Los cambios están enfocados en mejorar la experiencia tanto en diseño como en tecnología y manejo, todo sin perder el ADN que lo ha mantenido vigente por más de 50 años.
Una de las diferencias más notables está en el interior. Ahora cuenta con una pantalla de 12.9 pulgadas. En el exterior, destacan unos faros rediseñados, un logo retroiluminado y, como respuesta a las críticas, Volkswagen trajo para México los faros de niebla que realmente marcan la diferencia en condiciones de lluvia o neblina.
Diversión al volante
El manejo sigue siendo uno de sus puntos fuertes. Aunque la potencia parece sobrada para el día a día, se agradece cada vez que se pisa el acelerador. Las paletas al volante permiten sacarle más jugo al motor, haciendo que el turbo responda y suene con fuerza.
La suspensión rígida transmite confianza en curvas sin llegar a ser incómoda en ciudad. El GTI se siente ágil y controlado en velocidades altas. Es un auto que invita a ser conducido y que pide pisarle en carretera.
Eso sí, la evolución también se refleja en el precio. Con un costo de $836,990 pesos, ya no es el hot hatch accesible de antaño. Pero sigue siendo difícil no emocionarse frente a lo que ofrece.
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