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En estos tiempos en el que el peso mexicano fluctúa todos los días, vale la pena conocer otras monedas que, si bien no son del todo utilizables de manera inmediata, sí se plantean como alternativas serias para los próximos años. Una de ellas son las criptomonedas. Estas divisas digitales surgieron con la finalidad de superar las limitaciones propias del dinero del que disponemos tradicionalmente (el peso, el dólar, el euro) y para ello se les dotó de ciertas cualidades que las convierten en una opción más versátil y práctica. Incluso se piensa que en el futuro lograrán reemplazar al dinero convencional.

Algunas de sus principales características son que su distribución o producción no se encuentra sujeta a una autoridad o Estado, por tal motivo puede evitarse la inflación. Asimismo, estas transacciones se realizan sin intermediarios, por lo que no es necesario pagar impuestos, comisiones a instituciones bancarias, entre otros.

Aunque en sus orígenes causaban desconfianza, en la actualidad ya se trata de un método de pago seguro, pues la información se encuentra protegida por algoritmos matemáticos complejos y criptografía. Ambos impiden que puedan ser violadas, alteradas o falsificadas.

Otras de sus virtudes son que funcionan en todo el mundo y pueden usarse en establecimientos físicos o tiendas en línea. No obstante, debido a sus propias características, tienen como debilidad el que son objeto de interés de la ciberdelincuencia y tienden a estar implicadas en incidentes como fraudes, robos, entre otros.

Y es que, en un inicio, a las criptomonedas (en especial al bitcoin) se les relacionaba con actividades ilícitas, pues con ellas se pagaban, entre otras cosas, armas ilegales, drogas y otros productos clandestinos que circulaban en tiendas dentro de la denominada Internet profunda (Deep web). Sin embargo, estas monedas han logrado limpiar su imagen y ya acaparan el interés de algunas instituciones bancarias como Santander, BBVA, UBS, BNY Mellon y Deutsche Bank, mismas que ya experimentan con el uso de este dinero virtual, no obstante, no puede asegurarse que se haya erradicado su uso en los mercados irregulares.

Breve historia del Bitcoin

Esta criptomoneda apareció en 2009 y fue la primera en operar. Su creador (o creadores) guardó su identidad bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto. La popularidad en torno a esta moneda digital comenzó a crecer en 2013, año en el que logró valuarse en mil 151 dólares por una unidad de Bitcoin. En mayo de 2016, un científico y empresario australiano llamado Craig Wright se declaró como creador del Bitcoin y reveló detalles e información técnica que lo relacionan con los primeros códigos empleados en las Bitcoins. En la actualidad es la divisa virtual más valiosa del mundo y existen poco más de 16 millones de sus criptomonedas en el mercado.

Falta legislación en torno al bitcoin. En México, actualmente no existe una normatividad aplicable a esta clase de monedas. Al respecto, Banxico realizó un pronunciamiento en 2014, en el cual expresaba que el uso de las criptomonedas no era oficial ni estaba regulado, por lo que invitaba a las personas a evitarlas en cualquier transacción, mientras que exhortaba a las instituciones financieras a no hacer uso de las mismas.

Desde entonces no se han logrado avances en esta materia, aunque existen instituciones que se encuentran en negociaciones con el gobierno para regular su uso. Como el caso de la Asociación Mexicana de Fintech (AMF).

Según reveló el presidente de la AMF, Jorge Ortíz, “se han entablado conversaciones con la Secretaría de Hacienda para promulgar una ‘Ley Fintech’, en la que, entre otras cosas, se contemple a las criptomonedas, con el objetivo de dar certidumbre legal a las empresas que utilizan este tipo de activos. De esta forma esperamos lograr un fuerte impacto en el sector, permitiendo que surjan más empresas que operen con monedas virtuales y usuarios quieran usarlas”.

Al respecto, Ortiz augura un desenlace positivo para la propuesta de ley y espera obtener una respuesta durante el primer trimestre de este año, periodo en el cual se entregará un borrador final con en el que se buscará establecer una regulación formal para las criptomonedas y las empresas que ofrezcan este tipo de servicios.

Miedo y desconfianza impiden la adopción de las criptomonedas

La diseminación y el auge de este tipo de monedas fue gradual y provino de la mano del bitcoin, que actualmente es una de las criptomonedas más sólidas y difundidas en el mundo. En el caso de México, existen indicios que sugieren que los primeros usuarios de divisas virtuales aparecieron a finales de 2013. Mismo año en el que apareció meXBT, una plataforma mexicana encargada de proveer servicios de inversión y transformación de activos digitales. Durante 2015 se mantuvo a la vanguardia del sector siendo una de las empresas con mejor reputación. Sin embargo, tras casi dos años de actividad cerró sus operaciones a principios de agosto del 2016.

A pesar de que ya han transcurrido tres años desde que se produjeron las primeras operaciones con dinero digital en el país, el uso de las criptomonedas en México no se ha generalizado. En opinión de Gabriel Mirón, cofundador de meXBT, la lenta adopción de las divisas virtuales en México se encuentra mermada por “la complejidad que implica su uso, pues es un tema tecnológicamente muy avanzado que requiere de realizar algunas operaciones matemáticas con cierta dificultad. No es tan fácil que un usuario promedio pueda usar criptomonedas […] para ello se necesita que la tecnología facilite más su uso”.

En este sentido, Jorge Ortíz, presidente de la Asociación Mexicana de Fintech (AMF), piensa que “uno de los principales aspectos que impiden la adopción de las monedas digitales es el desconocimiento de las mismas, lo que lleva a las personas a tener desconfianza y miedo para usarlas”.

Asimismo, considera que una legislación aplicable a este tipo de activos digitales permearía positivamente en el incremento de su uso. Actualmente, ante la ausencia de esta: “las personas no se sienten con garantía alguna. Es decir, no se sienten respaldados por nadie. En cambio, con una normatividad en torno a ello se les aseguraría que las autoridades las están reconociendo (a las criptomonedas) y se sentirán confiados de utilizarlas”.

Por otro lado, a partir de su experiencia al frente de meXBT, Mirón considera que: “no cualquier persona puede ser un usuario de criptomonedas, como teóricamente se sabe. Al menos en meXBT, identificamos que la gran mayoría de nuestros usuarios eran hombres, de un nivel socioeconómico medio-alto y alto y con ciertas competencias digitales más allá de las básicas. Si bien no eran nativos digitales, demostraban tener dominio sobre la tecnología”.

Otras de las condiciones que dificultan el aumento de este tipo de plataformas giran en torno a la incipiente presencia de empresas de este tipo, debido a que implica desafiar ciertas problemáticas particulares. Según comentó Gabriel Mirón, los principales inconvenientes giran en torno a la seguridad, la legislación, el trato con los clientes y la complejidad de la tecnología. “Se necesitan muchos conocimientos tecnológicos y un buen respaldo financiero”. Añadió que “es una industria innovadora, pero sumamente exigente […] Su principal problemática es que los activos digitales no están regulados y son anónimos y esto se presta para que algunas personas hagan mal uso de ellos. Por lo que las empresas deberían cerciorarse siempre de que los activos registrados son de procedencia legítima”.

Igualmente, Daniel Vogel, director y fundador de Bitso, empresa mexicana que permite realizar intercambio de divisas a partir del Bitcoin, considera que el principal reto al que se enfrentan este tipo de empresas “es que no hay precedentes de otras (empresas) y tenemos que ir aprendiendo de las cosas conforme van pasando. Estamos viviendo procesos de actualización, adopción y hay que irlos atacando poco a poco, pero con mucha seriedad”.

Compra y vende bitcoins en pesos mexicanos

Bitso

Fue fundada en 2014. En ella se ofrecen servicios financieros como compraventa de Bitcoin, la posibilidad de hacer pagos internacionales, servicio de wallet digital (para tener activos siempre disponibles en dispositivos móviles) e intercambio de divisas. Destaca porque permite ingresar fondos a una cuenta a través de transferencias desde tiendas de conveniencia como Oxxo y 7Eleven.

Sitio: bitso.com

EN CONTEXTO

¿Para qué sirven?

Pueden utilizarse para comprar bienes o pagar servicios en tiendas físicas o digitales. También podrán servir para especular y revender/recomprar en el futuro.

¿Dónde pueden conseguirse?

Diversas plataformas web permiten hacer intercambio de divisas a partir de las criptomonedas, por lo que pueden transformarse a dólares, pesos, libras, euros, yuanes, etcétera.

¿Cómo obtienen su valor?

David Perry, arquitecto en jefe de BitcoinStore, en su artículo “Why Bitcoin has value”, publicado en la revista yBitcoin, destaca que se debe a un fenómeno denominado network effect (efecto de red), en el que los productos y servicios colocados en una red de consumo adquieren mayor valor mientras más personas lo utilizan. Igualmente expresa que “el valor del Bitcoin está directamente relacionado con el número de sus usuarios y la frecuencia en que las usan”. Esta última afirmación es aplicable no solo

al Bitcoin, sino a una buena parte

de las criptomonedas.

¿Cómo puedo obtener criptomonedas?

Todas ellas pueden ser compradas, “minadas” o intercambiadas por su equivalente en otra moneda. Este proceso puede hacerse en las páginas web de la moneda, comprándolas en persona o en cajeros automáticos. Con respecto al “minado” de las criptomonedas, es un proceso variable de acuerdo con la moneda en cuestión, sin embargo, consiste en descifrar bloques de cadena —funcionan como una bitácora en la cual se registran todas las transacciones realizadas entre los usuarios— para acreditar que una transacción realizada fue legítima y se encuentra comprobada para evitar el doble gasto de las criptomonedas.

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