Una de las razones por las que el Estado interviene en el ordenamiento territorial es para, a través de la regulación de la propiedad, detonar las capacidades productivas del suelo y ayudar al desarrollo económico del país. Esa función primordial la lleva a cabo la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) mediante la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano (LGAH) de 2016, que le otorga distintas herramientas para hacerlo.

Una herramienta clave es la Estrategia Nacional de Ordenamiento Territorial (ENOT), que configura la dimensión territorial del desarrollo del país en el mediano y largo plazo. Ésta debe de tener un horizonte de 20 años y de acuerdo con la LGAH en ésta se deberán identificar los sistemas urbano-rurales, se delimitarán las zonas metropolitanas, plantear las medidas para el desarrollo sustentable de las regiones del país tomando en cuenta sus recursos naturales, proponer los lineamientos para la dotación de infraestructura y equipamientos, además de establecer los mecanismos para su articulación y evaluación

Esta estrategia debe desarrollarse en el seno del Consejo Nacional de Ordenamiento Territorial y Urbano (CNOTU), una vez conformada se debe poner a consulta de las entidades y municipios del país, y finalmente el Ejecutivo debe publicarla en el Diario Oficial de la Federación. El CNOTU fue instalado el pasado 26 de abril de 2017 y en noviembre de 2017 llevó a cabo su tercera sesión. No hay ningún récord público de sesiones en 2018, a pesar de que en su instalación se acordó que se reuniría 4 veces por año.

Todo lo anterior es relevante porque ante el inminente cambio político pueden existir presiones para que este gobierno quiera adelantar el lanzamiento de la ENOT, y así condenar muchos proyectos a esta visión a 20 años. Lo anterior no sería necesariamente criticable, sin embargo, se conoce el historial de la gestión de Rosario Robles, observada por la Auditoría Superior de la Federación en cada uno de los puestos que tuvo durante este sexenio. Además, desde la entrada en vigor de la nueva LGAH no ha habido avances públicos para su creación, por lo que no vale la pena adelantarse.

Sería una imprudencia presionar la salida de la estrategia cuando en las sesiones del Consejo no se han tocado estos temas a fondo. Por ejemplo, en la última sesión de 2017, se abordaron temas relativos a la reconstrucción por los sismos de septiembre del año pasado. Pero se debe entender que conformar una visión a largo plazo requiere tiempo y voluntad política de todos los actores involucrados.

Por lo anterior, es necesario que se tomen en cuenta las siguientes recomendaciones:

Primero, que los trabajos de la ENOT continúen y sean revisados por el próximo gobierno electo, incluyendo las nuevas autoridades estatales y municipales.

Segundo, que se le dé mayor fuerza al CNOTU para verificar la congruencia de todos los instrumentos de planeación nacionales y locales con la ENOT.

Tercero, que se revise con especial énfasis la inclusión de los grandes proyectos de inversión en la Estrategia, y su impacto en las zonas urbanas, rurales y metropolitanas.

Muchas veces, como ciudadanos, nos quejamos de la deficiente planeación del país, que lastra nuestra cotidianidad. El momento es ahora: tenemos una oportunidad única de dejar una visión a largo plazo sobre el desarrollo del territorio, que es donde ocurren las interacciones humanas. No hay que dejar que la urgencia política nos prive de contar con un buen instrumento de planeación que ayude al bienestar de las poblaciones.

Urbanista y arquitecto. Propuesta de Andrés Manuel López Obrador para encabezar la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu). @MeyerFalcon

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses