México ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en cirugías de incremento de busto, el cual es un procedimiento para colocar implantes diseñados para dar volumen al tamaño de los senos.

La mamoplastia de aumento, como se le conoce, es el tercer procedimiento quirúrgico más efectuado en todo el mundo y el segundo más solicitado en el país, de acuerdo con el más reciente informe sobre métodos cosméticos de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS, por sus siglas en inglés).

En un comunicado, la especialista en cirugía plástica Estela Vélez Benítez dijo que esta intervención tiene como fin lograr armonía en la figura femenina, así como brindar confianza y mejorar la autoestima de las pacientes.

En torno a este método quirúrgico existen diversos mitos que preocupan y generan dudas en las mujeres, como la de si los implantes mamarios causan algún padecimiento a futuro.

Señaló que la predisposición para manifestar enfermedades en las mamas depende de la genética y no de tener implantes, y también las mujeres que planean convertirse en madres pueden estar seguras que los implantes no afectarán de forma alguna la función de amamantar.

El incremento de busto no impide tampoco la realización de exploraciones médicas, como la mamografía, pero se recomienda avisar de esta condición al técnico de rayos X para que tenga las precauciones debidas y evite comprimir los senos de manera exagerada.

La especialista certificada por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva explicó que sólo en un pequeño porcentaje de mujeres se presenta la posibilidad de que se tenga que hacer un cambio de implantes, debido a fatiga o desgaste del material.

Vélez Benítez detalló que la mamoplastia de aumento suele efectuarse de forma ambulatoria, es decir, que las pacientes regresan a casa el mismo día de la cirugía.

El proceso de recuperación depende del perfil de cada mujer, pero se estima que después de dos semanas se pueden reincorporar a sus actividades diarias y practicar ejercicio luego de seis u ocho semanas.

Agregó que la técnica que se usa actualmente solo deja una pequeña cicatriz poco visible en la mayoría de los casos y se puede hacer mediante implante debajo del tejido mamario (subglandular) o debajo del músculo pectoral mayor (subpectoral), los cuales brindan buenos resultados.

afcl

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