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La vacuna contra el dengue podría estar disponible para la población mexicana para el segundo trimestre del próximo año, y el laboratorio que la fabrica está en proceso con las autoridades de México para que forme parte del cuadro básico de vacunación.

El director médico global para dengue de Sanofi Pasteur, César Mascareñas, detalló a EL UNIVERSAL que el gobierno requiere de ciertos procesos para disponer de la vacuna en campañas masivas de vacunación, por lo que las autoridades correspondientes se encargarán de evaluar la inyección y emitir las recomendaciones para la población mexicana sobre cómo, cuándo y dónde debe ser utilizada.

“Son dos procesos paralelos que se tienen que llevar a cabo; por un lado, el Consejo Nacional de Vacunación, una vez que se tiene el registro analiza la información y emite recomendaciones sobre el uso de la vacuna en los habitantes. Y se tiene que presentar información de la vacuna al Consejo Nacional de Salud y al cuadro básico para que la inyección pueda ingresar y poder tener el número para que se pueda llevar a cabo una licitación”, explicó.

Comentó que la vacuna se aplicará en tres dosis con un espacio de seis meses entre cada una, será inyectada vía subcutánea; aunque aún no se tiene estimado cuántas vacunas serán destinadas a México, ni el costo, mencionó que el laboratorio tiene capacidad para producir alrededor de 100 millones de dosis, por lo que el abastecimiento para el país está garantizado.

Recordó que la vacuna está indicada para las personas entre nueve y 45 años de edad que vivan en zonas en las que el dengue sea endémico; explicó que 70% de los casos de dengue se presenta en este sector de la población, siendo el grupo de entre los 15 y 19 años el que mayor incidencias presenta, por lo que se tendría una reducción de 50% de las infecciones.

“Si la vacuna se usa a partir de los nueve años y se utiliza en un esquema amplio, que incluya hasta los 18, estamos atacando a la edad de mayor incidencia, por eso es que los estudios clínicos en América Latina se hicieron a partir de los nueve años de edad”, apuntó.

El director médico global de Sanofi Pasteur agregó que las personas que tengan enfermedades crónicas su doctor tratante debe indicar si deben aplicarse la vacuna, que tiene una eficacia promedio de 60.5% para la prevención de dengue y de 93.2% para la prevención de dengue grave.

Explicó que aunque exista una vacuna contra el dengue no se debe bajar la guardia en las campañas para la prevención de la enfermedad, ya que se trata de una herramienta más que no sustituye a ninguna de las otras medidas, puesto que al no haber un tratamiento contra este padecimiento toda acción preventiva debe continuar para llegar al control del mal.

“La vacuna se suma a las otras acciones preventivas, de tal forma que el control vectorial, la comunicación social, la activación de la sociedad civil en la descacharrización y en la eliminación de los criaderos de los mosquitos portadores son elementos importantes que deben permanecer”, advirtió.

Plantean nueva investigación. César Mascareñas comentó que aunque el mosquito Aedes aegypti es el que transmite el dengue, el chikungunya y el zika, se debe realizar una investigación diferente para desarrollar una vacuna para estas dos últimas enfermedades contra las que todavía no hay tratamiento.

“Son virus diferentes, el abordaje de la vacuna necesita ser distinto, no es porque se transmite por el mismo vector que una investigación lleva a otra, tendría que empezar como cualquier investigación desde los estudios preclínicos, como se hizo con el dengue, se tendría que hacer con el chikungunya y el zika”, aclaró.

Datos de la Secretaría de Salud indican que en México hubo aproximadamente 32 mil 100 contagios de dengue en 2014 y el costo de su atención médica se estima en 3 mil 200 millones de pesos, equivalente a 2.5% del presupuesto total del sector salud para el próximo año.

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