En la política nacional de vivienda popular, hay un antes y un después para los beneficiarios, afirmó Ángel Islava Tamayo, director general del Fideicomiso Fondo Nacional de Habitaciones Populares (Fonhapo).

Explicó que este nuevo modelo establece un notorio contraste con el pasado, puesto que desde el primer año de su gestión, el presidente Enrique Peña Nieto instruyó que toda vivienda nueva marcara, como diferencia sustancial con el pasado, 42 metros cuadrados, y cintara con dos cuartos, sala comedor y baño integrado.

“Hoy, los materiales de las casas Fonhapo son iguales a los utilizados en la construcción de vivienda de mercado, o de los grandes institutos de vivienda federales”, expuso.

Antes de 2013, las casas para la población que vivía por debajo de la línea de bienestar eran de 21 a 34 metros cuadrados, de una recámara, materiales precarios, y más caras que las que construye el fideicomiso.

Expuso que el convenio suscrito para el Programa de Apoyo a la Vivienda, “nos compromete a cerrar el paso y dejar atrás de manera definitiva las inercias de opacidad y corrupción”.

Con un claro sello de anticorrupción y desviación que antes tuvieron divisa libre, señaló, en el actual Fonhapo frente a la desviación y simulación que eran normales en el pasado, se han definido candados del más alto rigor que “hoy nos comprometemos todos a honrar”.

Afirmó que se rompe con la inercia de la sustitución de beneficiarios que antes hacían su agosto; se rompe también con el abuso de los coyotes vestidos de gestores y se acotan las posibilidades de que la corrupción y el fraude prosperen a costa de los recursos públicos que el gobierno destina a los más pobres de la pirámide social.

El funcionario precisó que en tres años del gobierno federal, el Fonhapo ha logrado construir un riguroso modelo de política pública, con plena solidez y que en esencia marca

Islava Tamayo firmó dos convenios con el gobierno de Colima para promover el Programa de Apoyo a la Vivienda y dijo que con una inversión de 78 millones 120 mil pesos se proyecta la construcción de vivienda digna, cuartos adicionales y la creación de empleos, con la participación de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano e instituciones estatales.

Explicó que, a través de la Sedatu y el Fonhapo, de 2013 a 2016 se han construido 697 casas nuevas y se han hecho 2 mil 88 ampliaciones y mejoramientos, con un impacto favorable a las condiciones de vida de casi 11 mil personas.

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