Como parte de los recortes al ejercicio presupuestal de ese año, desde 2015 el gobierno federal eliminó el programa Escuela Segura, el cual incluía la revisión de las mochilas de los niños y adolescentes del sistema educativo nacional para buscar armas y drogas.

En el marco de los ajustes presupuestales, la SEP propuso la desaparición del programa Escuela Segura, creado durante la administración del ex presidente Felipe Calderón en 2007. Se anunció que en su lugar operaría el programa Nacional de Convivencia Escolar, el cual pretende disminuir los niveles de acoso escolar en los planteles a través de la promoción de una cultura de la paz, valores y respeto en la comunidad académica.

Uno de los puntos más polémicos fue que se eliminó la estrategia Mochila segura, la cual incluía revisiones a las mochilas de los estudiantes para prevenir el ingreso de armas y drogas a las escuelas. En su momento, el gobierno federal justificó que a pesar de ser lo más conocido de Escuela Segura, la revisión de las mochilas “no es de carácter educativo, y no corresponde con la política impulsada por la Subsecretaría de Educación Básica”.

La Secretaría también dejó de circular el Manual de Seguridad Escolar, el cual fue impreso por primera vez en 2011 cuando Ángel Córdova Villalobos era titular de la SEP. Este documento detalla en once pasos qué se debe hacer o cómo deben reaccionar los maestros cuando un niño o un estudiante porta un arma dentro de la escuela y amenaza con ella a sus compañeros.

“Tomen en serio la amenaza. Si ha llegado a este punto es muy probable que lo muevan poderosas circunstancias y emociones. Si la amenaza es por un problema de bullying, comprométanse seriamente con el alumno a resolverlo. Sin ponerse en riesgo, indaguen las razones: ¿quiere hacer daño a alguien en especial o a toda la escuela?, ¿quiere hacerse daño a sí mismo?, ¿por qué?”, recomienda el documento.

“Evalúen el riesgo. Éste aumenta si el alumno ha tenido un comportamiento violento, si ha tratado de suicidarse o ha hecho amenazas, si es testigo de violencia en su hogar o en su entorno y otras condiciones. Contacten a sus padres. Aunque tengan indicios de que el arma les pertenece o que participan en actividades delictivas, hablen con ellos. Si el hijo asiste a la escuela es probable que quieran para él un futuro diferente”.

ESPECIALISTAS COINCIDEN: PROGRAMAS DE LA SEP NO COINCIDEN

Especialistas consultados por EL UNIVERSAL coincidieron en que el Programa Nacional de Convivencia Escolar de la SEP es obsoleto para prevenir la violencia en las escuelas, puesto que en su planeación no consideró a los niños ni tomó en cuenta su opinión, además de que responsabiliza a las familias y a los alumnos sin considerar el contexto del país.

Juan Martín Pérez García de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) consideró que los hechos ocurridos en Monterrey se explican porque no se les está explicando a los niños y los adolescentes la violencia que ocurre en el país. Sin embargo, consideró que fue positivo retirar el programa “Mochila segura” de las escuelas puesto que violaba los derechos humanos de los niños.

“No existe una política pública que les explique a los niños lo que está pasando, la violencia del narcotráfico. El Estado Mexicano no ha atendido la violencia en torno a establecimientos educativos, ni el impacto social que tiene. Este es un caso aislado, no se hizo la intervención adecuada. No existía un mecanismo de detección temprana, la maestra no tuvo el acompañamiento oportuno para poder detectar lo que iba a pasar”, señaló.

“Este es un problema de origen, el modelo educativo es del siglo pasado, no ha cambiado. El Programa Nacional de Convivencia Escolar es obsoleto totalmente, el nuevo modelo educativo no está cambiando la relación entre los adultos y los niños, sigue centrado en los adultos”.

Mientras que Juan Alfonso Mejía, director adjunto de Mexicanos Primero, consideró que este caso nos debe hacer reflexionar que la solución a las deficiencias del sistema educativo nacional deben darse desde la escuela pública y sobre la falsa distancia entre los sistemas de paga y los del estado.

“El llamado tiene que ver con que más allá de que la sociedad está enferma. Debemos reflexionar sobre la falsa distancia que existe entre el sistema público el privado, esto sucedió en una escuela privada”.

Coincidió en que para que un programa funcione, debe tomar en cuenta a todos los actores involucrados en el sistema educativo "es importante que cuando lo evalúes pienses en incluir la voz de los niños".

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