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México confía en construir una buena relación con quien ocupe la presidencia de Estados Unidos, asegura Paulo Carreño King, subsecretario de América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

En entrevista con EL UNIVERSAL, el funcionario afirma que la virtual candidatura republicana para la presidencia de Estados Unidos (de Donald Trump) no preocupa a México en su estrategia de reposicionar al país y a los mexicanos en la Unión Americana.

Paulo Carreño está en Washington, donde sostuvo reuniones con autoridades y acudió a la recepción en la Casa Blanca por el 5 de Mayo. Habló con Roberta Jacobson, próxima embajadora de EU en México, con quien, dice, la interlocución mejorará.

El subsecretario reconoce que el tema de derechos humanos, incluido el de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, forma parte de la agenda bilateral, pero como muchos otros que se deben discutir.

¿La virtual candidatura de Donald Trump representa una preocupación para México?

—No, no lo representa porque se trata de un proceso electoral. México ha sabido relacionarse a través de los casi 200 años que hay de historia entre las dos naciones con distintos presidentes de todo tipo. Con el presidente Barack Obama tenemos muy buena relación y quien quiera que sea el mandatario a partir del próximo enero consideramos y confiamos en que vamos a construir una muy buena relación. ¿Quiénes son los candidatos? No vamos a especular y no estamos en ese cálculo.

¿Los focos de alerta en la SRE pasaron a ámbar cuando recibe la noticia de que Trump es el candidato virtual de los republicanos?

—En Relaciones Exteriores, en la subsecretaría, no estamos pendientes del proceso electoral de ningún otro país, estamos pendientes del enorme trabajo. Estamos ocupados en una labor que es muy importante y que requiere los esfuerzos del gobierno, la sociedad civil y del sector privado, los empresarios, la academia, los centros de estudios, de reposicionar a México, a los mexicanos y a la relación bilateral, y eso va más allá de cualquier proceso electoral. No se detiene ahí y desde luego que no prendemos focos de ningún color.

¿La virtual candidatura republicana de Trump modifica o refuerza la estrategia, o les hace acelerar el paso para ese reposicionamiento de México, los mexicanos y la relación bilateral en Estados Unidos?

—No tiene vínculo alguno. Nosotros estamos concentrados en trabajar en una estrategia que va más allá de un proceso electoral y de un candidato, quienquiera que éste sea. Estamos concentrados en un trabajo de reposicionamiento de México, de la relación bilateral de los mexicanos y no nos detenemos en un proceso electoral porque entendemos cuál es el tono y cuáles son los dichos de un proceso en cualquier parte del mundo. Estamos trabajando más para la siguiente generación que para las elecciones.

¿El trabajo que harán para mejorar la imagen del país y de los mexicanos en EU intenta también desechar la asociación de que México es igual a violencia y narcotráfico?

—Esa idea no la he escuchado con esa nitidez por parte de mis contrapartes en Estados Unidos. De hecho, las reuniones que hemos tenido con centros académicos y autoridades son, por una parte, muy elogiosas del proceso modernizador por el cual atraviesa México; por otra parte, comparten preocupaciones respecto de los retos que enfrentamos como nación y que en más de un sentido lo estamos acometiendo de manera conjunta. Honestamente, ni comparto el símil que hace ni lo he escuchado por acá.

Ciertamente, hay un problema de percepción en Estados Unidos, pero es de ver una realidad anquilosada de los mexicanos respecto de la migración, de la relación bilateral, y queremos actualizarla a través de una estrategia no sólo de comunicación de mejoramiento de imagen, sino también de diplomacia, de utilizar la red consular auténticamente, a los aliados, con datos duros e información en qué consiste la relación bilateral, el comercio, el intercambio académico.

Otro tema que se ha tratado es el de derechos humanos, Hillary Clinton se ha referido a Ayotzinapa. Más allá de las elecciones, ¿este será un tema que permanezca en la relación bilateral?

—Los derechos humanos son un tema que le interesa a México resolver y en el cual hay enormes recursos y esfuerzo en atenderlo como se debe. No obstante, es un tema que tiene una importancia más al interior para nosotros y, desde luego, cuando se logran las cosas, cuando se hacen bien, tienen un impacto al exterior, pero cuya naturaleza e interés de resolución, cuyo compromiso como lo tiene este gobierno es hacia adentro, no porque lo diga un candidato u otro. En el tema de los derechos humanos, junto con el de la competitividad, el comercio y la aplicación del Estado de derecho, son temas que son transversales para México, Estados Unidos y Canadá.

¿En su visita actual a Washington ha tenido oportunidad de reunirse con Roberta Jacobson, embajadora de Estados Unidos en México?

—En esta ocasión, no. Me reuní con ella hace un par de semanas. Además, tuve oportunidad de hablar con ella la semana pasada, cuando fue ratificada por el Senado, y desde luego es una persona con talento, con experiencia, y estamos confiados en que será una buena embajadora y mejorará la interlocución con el gobierno estadounidense.

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