El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó hoy de "terrible" el atentado terrorista perpetrado en el metro de la ciudad rusa San Petersburgo y que ha causado al menos 10 muertos y decenas de heridos, varios de ellos graves.

"Terrible. Una cosa terrible. (Está) pasando en todo el mundo. Absolutamente una cosa terrible", comentó Trump escuetamente ante los periodistas al inicio de un almuerzo a puerta cerrada con el mandatario egipcio, Abdelfatah al Sisi, en la Casa Blanca.

El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, aseguró más tarde que Estados Unidos está "preparado para ofrecer a Rusia la asistencia que pueda requerir para investigar este crimen".

"Estados Unidos condena este censurable ataque y acto de violencia. Nuestros pensamientos y oraciones están con los heridos y con el pueblo ruso, y expresamos nuestras más sentidas condolencias a los seres queridos (de) quienes han sido asesinados y heridos", dijo Spicer en su conferencia de prensa diaria.

"Ataques como éste, a ciudadanos de a pie que están simplemente viviendo su vida, nos recuerdan que el mundo debe trabajar unido para combatir la violencia en todas las formas", añadió Spicer.

El portavoz aseguró que Trump había recibido información detallada sobre el ataque, y ante la pregunta de si el mandatario había hablado con su homólogo ruso, Vladímir Putin, Spicer respondió "no todavía".

El Departamento de Estado de Estados Unidos condenó el ataque en términos prácticamente idénticos a los de Spicer, en un breve comunicado en el que también tildó el ataque de "censurable".

El atentado terrorista se produjo justo cuando el presidente ruso, Vladímir Putin, se encontraba en San Petersburgo.

Aunque al principio se informó sobre dos explosiones, el Comité Nacional Antiterrorista (CNA) aseguró en un comunicado que la explosión ocurrió en la céntrica estación "Tejnologuícheskiy Institut".

Esa estación, que es cruce de caminos entre las líneas azul y roja del metropolitano, es una de las más concurridas de San Petersburgo.

La Fiscalía General rusa inició un caso penal por terrorismo después de que Putin asegurara públicamente que la principal hipótesis es un atentado terrorista, aunque el Comité de Instrucción aseguró que aún no se descarta ninguna versión.

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