El papa Francisco dijo hoy ante líderes musulmanes reunidos en El Cairo, Egipto, que "ninguna violencia puede ser perpetrada en nombre de Dios porque profanaría su nombre".

En un acto celebrado en la institución sunita Al Azhar, el papa argentino aseguró que la religión no es la causa de conflictos, sino su solución, mientras que "los populismos demagógicos" no ayudan "a consolidar la paz".

"Juntos, desde esta tierra de encuentro entre el cielo y la tierra, de alianzas entre los pueblos y entre los creyentes, repetimos un 'no' alto y claro a toda forma de violencia" añadió el jefe de la Iglesia católica.

"Sólo sacando a la luz las turbias maniobras que alimentan el cáncer de la guerra se pueden prevenir sus causas reales" explicó el papa, para quien el verdadero culpable de los conflictos que azotan la región de Oriente Medio es el tráfico de armas.

"Para prevenir los conflictos y construir la paz es esencial trabajar para eliminar las situaciones de pobreza y de explotación, donde los extremismos arraigan fácilmente" advirtió.

La visita del pontífice argentino, rodeada de altas medidas de seguridad, la primera al más poblado de los países árabes, se produce tres semanas después de dos ataques contra iglesias coptas ortodoxas que causaron la muerte de 45 personas, reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Tras reunirse con el presidente Abdel Fatah Al Sisi y el gran imán de Al Azhar, tiene previsto acudir a una iglesia copta que sufrió un ataque yihadista a finales de diciembre.

En su discurso, el pontífice criticó los "populismos demagógicos" que, según él, no ayudan "a consolidar la paz y la estabilizad". "Ninguna incitación a la violencia garantizará la paz", recalcó, sin citar ningún ejemplo de lo que él considera un gobierno populista. 
También instó a "bloquear los aflujos de dinero y de armas" para "evitar conflictos y edificar la paz".

La visita de Francisco tiene como objetivo también reactivar las frías relaciones entre Al Azhar y el Vaticano, crispadas en 2006 tras las controvertidas declaraciones del entonces papa Benedicto XVI en las que pareció vincular el islam con la violencia.

SEGURIDAD ANTE VISITA DEL PAPA

Todas las iglesias estaban bajo estrecha seguridad, por miedo a atentados, mientras que los yihadistas se comprometieron a multiplicar los ataques contra los coptos, mayoritariamente ortodoxos, que representan cerca del 10% de los 92 millones de egipcios.

En diciembre, un atentado suicida reivindicado por EI mató a 29 personas en una iglesia copta en El Cairo, donde Francisco se reunirá por la tarde con Teodoro II.

Los coptos ortodoxos de Egipto, comunidad cristiana más importante en Oriente Medio, dicen ser víctimas de discriminación por parte de las autoridades y de la mayoría musulmana.
En otro discurso ofrecido ante Al Sisi, el papa Francisco llamó al respeto "incondicional" de los Derechos Humanos y citó en particular "la libertad religiosa y de expresión".

Las organizaciones internacionales de defensa de los Derechos Humanos acusan regularmente al presidente egipcio de haber instaurado un régimen ultrarrepresivo que no tolera ninguna voz opositora desde que destituyó en 2013 a su predecesor, el islamista Mohamed Mursi.
Sus detractores consideran que el presidente ha cerrado el paréntesis democrático que se abrió en 2011 con la revuelta que expulsó del poder a Hosni Mubarak.

Aún así, Al Sisi es el primer presidente de su país que ha asistido a la misa de Navidad en la catedral ortodoxa copta de El Cairo, un gesto apreciado por la comunidad.

VISITAS DEL PAPA EN EGIPTO

El de Francisco es el segundo viaje de un papa al Egipto contemporáneo, después del de Juan Pablo II en 2000, que también se reunió con el jeque de Al Azhar.

La institución sunita, fundada como escuela de teología hace casi mil años, se opone al yihadismo inspirado en el salafismo radical dominante en Arabia Saudita.

Pero Al Azhar está igualmente en el centro de una lucha entre las autoridades políticas y religiosas, desde que Al Sisi hiciese campaña por unas reformas que pretenden erradicar el discurso extremista de la esfera religiosa.

Al Azhar congeló sus relaciones con el Vaticano cuando Benedicto XVI pidió específicamente proteger a los cristianos tras un mortífero atentado suicida contra una iglesia copta.

Pero en mayo de 2016, el papa Francisco recibió al imán Ahmed al Tayeb, un encuentro que constituyó el punto culminante de un rápido acercamiento entre la Santa Sede y la institución.

Desde su elección en 2013, el pontífice argentino ha multiplicado sus gestos a favor del diálogo con los musulmanes, hasta el punto de desconcertar en ocasiones a algunos cristianos.

El líder espiritual de los mil 300 millones de católicos celebrará el sábado una misa a las afueras de El Cairo para la pequeña comunidad católica local, de 272 mil fieles, en un país en el que la religión oficial es el islam, practicado por el 85% de la población.

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