El precio del “gran, precioso” muro que Donald Trump sigue prometiendo que va a construir en la frontera es cada vez más incierto. Las cifras han aumentado constantemente y cada vez se ve más lejos que los fondos puedan llegar. La idea de que México pague por él, tras la negativa del gobierno mexicano, ha desaparecido del debate.

El monto es enormemente dispar en función de qué fuente realice el estimado. La Asociación Nacional de Cemento Prefabricado, sin tener en cuenta el costo de las expropiaciones de tierra privada, calculó en unos pírricos 8 mil millones de dólares la construcción del muro, una cifra incluso por debajo de los 12 mil millones pronosticados por el presidente Trump (quien insiste en que sus dotes negociadoras harán rebajar el precio).

Los líderes republicanos en el Congreso, Paul Ryan y Mitch McConnell, pusieron el coste en una horquilla entre los 12 mil millones y los 15 mil millones, aunque otros colegas de partido trabajan con una cifra superior a los 20 mil millones.

La única cifra oficial hecha pública es la del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), en un informe preliminar filtrado a la prensa. Según sus cálculos, el coste por milla de una valla sería de 9.3 millones, mientras que la milla de muro de cemento ascendería a 17.8 millones. El total, entonces, 21 mil 600 millones de dólares.

Otro funcionario gubernamental que intentó hacer una estimación fue el director de la Oficina de Presupuesto, Mick Mulvaney, quien situó entre los 8 mil millones y los 50 mil millones el costo de la construcción del prometido “gran y hermoso” muro, con un costo entre 8 millones y 25 millones por milla construida. Por su parte, la firma independiente Bernstein Research, especialista en costes de materiales, asegura que el coste podría elevarse hasta los 25 mil millones.

La última proyección la dio a conocer esta semana la senadora demócrata Clarie McCaskill, quien tras una reunión con la agencia de Protección de Frontera y Aduanas (CBP, por sus siglas en inglés) extrapoló un coste estratosférico para el muro. Si las previsiones de 36.6 millones por milla que se deducen del borrador de presupuesto de la Casa Blanca, la construcción de las casi 2 mil kilómetros de muro ascendería a 66 mil 900 millones de dólares.

Sin cronograma. La marabunta de cifras se une a la incapacidad de conocer un cronograma exacto para la futura construcción de la barrera física en la frontera. El DHS estimó que se realizará en tres fases y se tardarán tres años, hasta 2020, en construir las mil 250 millas que el presidente prometió (poco más de 2 mil kilómetros).

Lo poco que se sabe es que se hará a pequeños tramos, que la petición de fondos inmediatos para el muro, unos mil millones de dólares, son para construir poco más de 60 millas (unos 100 km) en Texas y la región de San Diego. El presupuesto solicitado para el muro para el próximo año, 2 mil 600 millones de dólares, son para el levantamiento de poco más de 75 millas (120 kilómetros).

La proyección se ajusta aproximadamente a las tres fases propuestas de construcción. La primera y más urgente, de 26 millas (42 km), en San Diego, El Paso y parte del valle del Río Grande (Bravo).

Más tarde sería el turno de 151 millas (242 km) en Laredo y El Paso (Texas), así como Tucson (Arizona). La última fase completaría el cierre total de la frontera.

La proyección más optimista del DHS es que el Congreso apruebe fondos entre abril y mayo, y así permitir que el proceso empiece en septiembre. De momento el proceso está en su fase inicial de licitación, tras varios aplazamientos de la adjudicación. Más de 200 empresas han mostrado su interés y han empezado a enviar sus proyectos y diseños.

Nada de eso será fácil. Los congresistas no van a facilitar abrir la caja fuerte para ceder fondos a la construcción del muro. Los demócratas están dispuestos a llegar hasta el extremo de cerrar el gobierno en caso de que Trump siga con la idea de construir la valla, y cada vez más republicanos (especialmente de zonas fronterizas o estados agrícolas) se oponen a la construcción.

La próxima fecha a tener en cuenta será el 28 de abril, en vísperas de los 100 primeros días de la administración Trump. La inclusión de cualquier partida presupuestaria para el muro llevará a los demócratas a bloquear el conjunto del presupuesto federal que debe aprobarse antes de ese día. De no llegar a un acuerdo, el gobierno se quedará sin fondos y deberá cesar sus actividades por falta de fondos.

Además, habrá que contar con las dificultades en la compra o expropiación de tierras privadas en la frontera, la mayoría en Texas. Algunos reportes de prensa indican que ya han empezado las ofertas a propietarios de tierras, quienes consideran las ofertas ridículas y se muestran decididos a irse a juicio. De ser el caso, se aplazaría todavía más la construcción.

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