Buenos Aires

Es inminente el cierre de los canódromos en Argentina, donde esta semana se votó una ley que prohíbe las carreras de perros y que sanciona a quien las organice con prisión de tres meses a cuatro años, y multas de 4 mil a 80 mil pesos (de 260 a 5 mil 300 dólares). Así, Argentina se convirtió en el primer país de Latinoamérica que las penaliza, y la ley ya se anexó al Código Penal.

Pero el debate entre defensores y detractores de la ley continúa, y activistas creen que lo ocurrido en Argentina es un primer paso para que en la región se dé un paso más en contra de lo que consideran maltrato animal.

“Hacía décadas que no teníamos una ley tan contundente sobre el derecho animal en la Argentina”, dijo a EL UNIVERSAL el veterinario Lucas Drugueri, activista en pro de los derechos animales. “Aquí hubo un Estado ausente que permitió las carreras, con las que también se fomentaban el tráfico de drogas [porque a los perros les aplican cocaína, arsénico y metanfetaminas], las apuestas ilegales y la corrupción frente al limbo legal en el que estaba esta actividad”, agregó Mariana Luca, una vocera de Proyecto Galgo Argentina, el grupo proteccionista que empujó la ley.

En Argentina ya existía, desde 1954, una ley de protección de los animales. Sin embargo, pocas veces se aplica.

El reclamo por la prohibición llevaba seis años, reunió a más de 60 ONG y grupos civiles, y juntó más de 409 mil firmas en el sitio web Change.org/stopgalgueros. Pero la ley —votada en la madrugada del miércoles— ha causado manifestaciones a las puertas del Congreso a favor y en contra. También entre los políticos.

El presidente Mauricio Macri se pronunció en Facebook antes de la votación con un posteo que decía: “Acompañamos los proyectos que proponen terminar con las carreras de galgos en todo el país, para evitar que se siga lucrando con el sufrimiento de los animales”. Y tras ser avalada la legislación, la cuenta oficial de la casa de gobierno publicó: “Estamos muy contentos porque la prohibición de carreras de perros de todas las razas ya es Ley Nacional. Nos unimos a la alegría de quienes pusieron todo para darles una vida sin sufrimiento a ellos”.

En contraste, la diputada nacional kirchnerista Diana Conti opinó que ley es inconstitucional, “bochornosa y de fascistas”. “No se está votando la prohibición de la carrera de los galgos, sino la criminalización de argentinos que encuentran un trabajo digno en ese tipo de actividad”, dijo en el recinto.

La ley fue aprobada con 132 votos a favor, 17 en contra y 23 abstenciones. En la votación, el gran debate giró en torno al artículo 2, que penaliza con cuatro años de prisión no excarcelable a quienes organicen carreras. Ese artículo fue admitido, ya en horas de madrugada, con 77 votos a favor y 74 en contra. “Era necesario que ese punto se aprobara porque si no, no sería una ley disuasiva”, dijo a este diario la proteccionista Luca.

Según el sector organizador de las carreras, hay unos 4 millones de argentinos (es decir, uno de cada 10 habitantes) que están relacionados de algún modo con las corridas de galgos. Sin embargo, no se sabe cuántos canódromos hay, porque hasta ahora la actividad era legal en algunas provincias e ilegal en otras. En la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, hay 60 pistas. En la de Córdoba hay 80, entre ellos el de la ciudad de Marcos Juárez, que es el más importante y que da, en premios, dinero (un grand prix llega a unos 10 mil dólares), autos y motos.

En Chile y en Uruguay la carrera de galgos es una actividad difundida y legal; en México hay un canódromo oficial. “Queremos que esta ley se replique en el Mercosur”, explicó la proteccionista Luca. “Es una norma importante para ampliar la mirada a los derechos de los demás animales, en circos y en zoológicos”.

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