La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó hoy su "profunda preocupación" ante la situación de "extrema vulnerabilidad" que padecen cerca de mil 300 migrantes varados en Colombia, cerca de la frontera con Panamá.

Los migrantes se encuentran concretamente en el municipio de Turbo, cerca del Tapón del Darién, en territorio colombiano, precisó la CIDH, un órgano autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), en un comunicado emitido desde su sede en Washington.

Entre esas personas hay hombres y mujeres, algunas de ellas embarazadas, así como niños y niñas (incluidos recién nacidos), según la CIDH.

La mayoría proviene de Cuba, Haití y países de África y Asia, y tienen como objetivo alcanzar Estados Unidos atravesando Centroamérica y México, según la nota.

"La situación de los migrantes varados en Turbo se ha agravado como consecuencia del cierre de la frontera y el aumento de los controles migratorios por parte de Panamá el 9 de mayo de 2016", subrayó la CIDH.

La Comisión apunta que, de acuerdo con un censo elaborado por la Defensoría del Pueblo de Colombia para el 28 de julio de 2016, un total de 1.273 migrantes cubanos, incluidos cerca de 300 niños y niñas, estaban en "situación de vulnerabilidad" en Turbo.

Colombia ha promovido la salida voluntaria de migrantes y, mediante este mecanismo, más de 600 personas en situación irregular en Turbo habrían abandonado el país con un salvoconducto.

La CIDH recuerda que, antes de promover la salida voluntaria, "es obligación del Estado identificar migrantes que tengan necesidades especiales de protección, tales como solicitantes de asilo y refugiados, personas sujetas a protección complementaria, víctimas de trata, entre otros, y adoptar medidas para su protección.

Asimismo, la Comisión asegura poseer información que indica que, ante la falta de medios legales para migrar, "los migrantes recurren a rutas y canales clandestinos en los que se han encontrado vulnerables a abusos y extorsión por parte de organizaciones criminales, traficantes de migrantes, así como algunos policías".

"Adicionalmente, se ha tenido conocimiento en los últimos años de incidentes de embarcaciones que transportan migrantes que han naufragado mientras intentaban llegar de Colombia a Panamá, resultando en muertes y desapariciones de migrantes".

También tiene constancia el organismo de los "peligros de muerte y abusos" que afrontan los migrantes que hacen su recorrido a través de la zona selvática del Tapón del Darién, en la que actúan grupos armados.

Además, la CIDH expresa su inquietud sobre "violaciones y actos de violencia sexual, así como robos, golpes y extorsiones por parte de traficantes de migrantes e incluso, en algunos casos, por miembros de la Policía".

Ante esas circunstancias, la Comisión insta al Estado colombiano a "implementar todas las medidas que sean necesarias para proteger la vida, integridad y seguridad de todos los migrantes bajo su jurisdicción".

Sobre el anuncio de Colombia de comenzar la deportación de los migrantes en Turbo, la CIDH reitera que "los procedimientos migratorios, en particular los que puedan conllevar la deportación de migrantes, deben analizar, fundamentar y decidirse de forma individual y respetar garantías mínimas".

A juicio del presidente de la CIDH, James Cavallaro, "el hecho de que los migrantes recurran a canales irregulares y a traficantes de migrantes se explica por la falta e insuficiencia de canales legales y seguros para migrar".

"Hacemos un llamado a los Estados de América a actuar de forma inmediata para que habiliten canales que les permitan a estas personas migrar de forma legal y segura", agregó Cavallaro en el comunicado.

ae

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