SAN JOSÉ.- Tras convertirse en la inminente candidata del Partido Demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton se unirá a un grupo de seis esposas de presidentes o ex presidentes que, a la sombra de ellos o como viudas, compitieron desde hace más de 40 años para tratar de ganar la silla presidencial por la vía electoral en América Latina y el Caribe.

De las seis, solo tres —la panameña Mireya Moscoso viuda de Arias, la guyanesa Janet Rosemberg viuda de Jagan y la argentina Cristina Fernández viuda de Kirchner— consiguieron la meta y hoy son, con otras cinco latinoamericanas y caribeñas, las únicas ocho mujeres que han ejercido la presidencia en sus países tras ganar en luchas electorales.

Las restantes tres con intentos fallidos son la guatemalteca Sandra Torres, ex esposa de Álvaro Colom (presidente de Guatemala de 2008 a 2012), la costarricense Margarita Penón, ex esposa de Óscar Arias (gobernó Costa Rica de 1986 a 1990 y de 2006 a 2010) y la hondureña Xiomara Castro, cónyuge de Manuel Zelaya (mandatario de Honduras de 2006 hasta que fue derrocado en 2009).

En sus naciones, Torres perdió en los comicios presidenciales de 2015, Castro en los de 2013 y Penón en consultas primarias en 1994. Clinton, esposa de William Clinton, presidente de EU de 1993 a 2001, se dispone a entrar a la carrera definitiva para los comicios de noviembre próximo tras consolidarse como favorita en su partido, a la espera de ratificación formal.

Otras tres mujeres, la boliviana Lidia Gueiler de 1979 a 1980, la haitiana Ertha Pascal-Trouillot de 1990 a 1991 y la ecuatoriana Rosalía Arteaga en febrero de 1997, ejercieron la presidencia pero como consecuencia de la ruptura constitucional en sus respectivas naciones.

La primera presidenta en América fue la argentina María Estela Martínez viuda de Perón, de 1974 a 1976 en Argentina. En los comicios de 1973, Martínez ganó la vicepresidencia como compañera de fórmula presidencial de su esposo, el general argentino Juan Domingo Perón, quien murió en el ejercicio de la Presidencia en 1974. Como viuda y vicepresidenta, Martínez heredó el poder y gobernó de 1974 hasta que en marzo de 1976 fue derrocada por los militares, que iniciaron una sangrienta dictadura que rigió a ese país hasta 1983.

Moscoso, viuda de Arnulfo Arias, tres veces derrocado como mandatario de Panamá, es la única centroamericana que, heredera política, ganó la Presidencia en elecciones. Su marido triunfó en tres comicios pero nunca concluyó sus mandatos, porque fue derrocado en tres ocasiones y gobernó de 1940 a 1941, de 1949 a 1951 y 11 días en octubre de 1968.

Moscoso, quien se casó con Arias en 1964, solo ejerció como Primera Dama en 1968 y, sobre el legado de su marido, en 1999 ganó la Presidencia y gobernó hasta 2004.

Siendo presidenta, Fernández enviudó en 2010 de Néstor Kirchner, presidente de Argentina de 2003 a 2007. La esposa, cuya gestión concluyó en diciembre pasado, ganó la presidencia en elecciones para los periodos 2007-2011 y 2011-2015y sucedió a su esposo en un caso peculiar porque él le entregó el poder a ella.

La estadounidense Janet Rosemberg fue esposa de Chedi Jagan, presidente de Guyana de 1992 a 1997. Al morir su esposo, ella se convirtió en presidenta provisional de esa nación del norte de Sudamérica. Al alero de su marido, hizo carrera parlamentaria y, al fallecer su esposo,  se convirtió en primera ministra y vicepresidenta y ganó las elecciones presidenciales de 1997, pero dimitió por enfermedad en 1999. Rosemberg fue la primera mandataria de América del Sur en alcanzar la presidencia por vía electoral.

Otras cuatro mujeres han ejercido la presidencia en América: Violeta Barrios viuda de Chamorro de 1990 a 1997 en Nicaragua; Michelle Bachelet de 2006 a 2010 y de 2014 a 2018 en Chile; Laura Chinchilla Miranda de 2010 a 2014 en Costa Rica; y Dilma Rousseff de 2011 a 2015 y de 2015 a 2016 en Brasil, hasta fue en mayo pasado fue separada temporalmente del cargo.

Hay un caso particular: la nicaragüense Rosario Murillo, esposa de Daniel Ortega —presidente de Nicaragua desde 2007, reelecto en 2011 y de nuevo aspirante en 2016 en reelección consecutiva e indefinida— nunca ha sometido su nombre a comicios. Pero la realidad es que Murillo es la mujer detrás del trono del hombre como verdadero poder, sin descartarse que sea compañera de fórmula de su cónyuge en las elecciones de noviembre de 2016.

En lista de espera también estaría la mexicana Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.

 

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