Washington.— A sólo unas horas de las primarias demócrata y republicana en una docena de estados, en el súper martes de este 1 de marzo, la victoria tiene nombre propio.

Por el lado demócrata, Hillary Clinton, quien ayer apuraba los últimos actos de campaña para asegurar su ventaja. En el bando republicano, Donald Trump.

En el caso de Hillary, todas las encuestas atisban su arrolladora victoria en 10 de 11 estados que estarían en juego hoy. Sólo en Vermont su triunfo parece improbable.

Sanders trabajaba ayer a marchas forzadas para tratar de vencer en Massachusetts y así mantenerse con posibilidades hasta la convención del Partido Demócrata en julio, en Filadelfia.

La joya de la corona en ese súper martes será Texas, un estado con cerca de 40% de población hispana, un territorio donde la candidata demócrata venció en 2008 al entonces senador Barack Obama, gracias al impulso latino, que este año acumula 28% de los votantes elegibles, según el centro hispano Pew. Texas también será determinante para su senador Ted Cruz, quien batalla con Rubio por un problemático segundo lugar en las primarias generales, lideradas de lejos por el magnate inmobiliario.

En ese estado, Clinton mantenía una considerable ventaja de 61% contra 33% de Sanders. En el mapa de la batalla republicana, nadie duda de la victoria de Trump, con excepción de ese mismo estado. A nivel nacional, Trump amaneció ayer con 49% de respaldo en la encuesta de CNN; Marco Rubio, 16% de apoyo; Ted Cruz, 15%; Ben Carson, 10%; y John Kasich, 6%.

David Axelrod, uno de los estrategas de campaña más respetados en EU, declaró: “Creo que en la campaña de Clinton ven con una sonrisa el avance de Trump. Seguramente muchos electores hispanos, negros o asiáticos y mujeres se sumarán a su causa”. “El entusiasmo que Hillary no ha sido capaz de despertar entre la base, la tendrá gracias a Trump”, añadió.

Miembros del Partido Republicano se lanzaron contra el millonario para tratar de frenar su avance. “Las respuestas de Trump lo descalifican [como candidato republicano a la presidencia]”, atacó ayer Mitt Romney y criticó a Trump por no repudiar a David Duke, ex líder del Ku Klux Klan, quien le dio su apoyo.

Pero Trump recibió ayer también el apoyo de algunas de las estrellas más importantes de NASCAR, incluyendo al presidente del campeonato automovilístico y varios pilotos y ex conductores.

Con información de Agencias

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