El ministro de Justicia alemán, Heiko Maas, convocó ayer a sus pares de los estados federados a una conferencia en Berlín para analizar el drástico aumento de los ataques a refugiados y delitos xenófobos que vive el país, tras las agresiones sexuales contra mujeres y robos que se registraron en Colonia la pasada Nochevieja, atribuidos principalmente a extranjeros.

El funcionario apuntó en particular a los ataques e incendios provocados contra hogares de refugiados y habla de “una ola de violencia de ultraderecha y xenófoba”.

“Quiero discutir con ustedes cómo podemos frenar mejor los delitos xenófobos, aclararlos más rápido y sancionarlos de un modo más consecuente”, explicó Maas en un escrito enviado a los titulares de Justicia. La cumbre está prevista para el 10 de marzo.

El avance de la xenofobia, paralelo a la ola de 1.1 millones de refugiados que recibió Alemania sólo en 2015, puede degenerar en la formación de células terroristas de ultraderecha, alertó el presidente de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA), Holger Münch.

Ayer, Tatjana Festerling, jefa del grupo islamófobo y xenófobo alemán Pegida, anunció en el dominical Welt am Sonntag que realizarán marchas y concentraciones en ciudades de diversos países europeos en febrero.

Según la publicación, Pegida tiene ramas en Austria, República Checa, Polonia, Hungría, Suecia, Noruega, Finlandia, Estonia, Dinamarca, España, Suiza y Reino Unido. También mantiene contactos con partidos de derecha y ultraderecha europeos.

La agrupación intenta beneficiarse de la polémica por la ola de refugiados que recibe Alemania y por las agresiones en Colonia, donde se alista la edición más segura de su famoso carnaval para evitar que se repitan los actos de violencia. La edición de este año de la feria, a principios de febrero, estará controlada por más policías que nunca y por un sistema de videovigilancia reforzado, indicó Guido Kahlen, director de la administración de la ciudad.

Ayer también se informó que la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller alemana, Angela Merkel, y la hermanada Unión Socialcristiana (CSU) bávara han acordado que los solicitantes de asilo procedentes de Argelia y Marruecos no sean repartidos por todo el país, sino enviados directamente a centros de internamiento especiales para decidir en un procedimiento rápido sobre su derecho o no a permanecer en el país.

Entretanto, la BKA reveló que la amenaza terrorista generalizada pesará sobre Alemania durante varios años, aunque actualmente no hay evidencias que apunten a un posible atentado inminente. El país está “en el punto de mira de los islamistas” y, desde 2013, los indicios de amenaza “han aumentado considerablemente”, precisó Holger Münch.

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