Ciudad del Vaticano.— A un mes de que diera a conocer su encíclica ecológica, el papa Francisco instó ayer a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a adoptar una “postura muy fuerte” frente al cambio climático en la cumbre sobre el calentamiento global que se celebrará a fines de año en París.

El Pontífice fue ayer el anfitrión de una conferencia celebrada en el Vaticano con 60 alcaldes y gobernadores de ciudades como Madrid, París, Bogotá, Sao Paulo, San Francisco y Nueva York, quienes firmaron una declaración que pide a los líderes globales actuar con valentía en la cumbre de la ONU (COP21), indicando que podría ser la última oportunidad para frenar el calentamiento global provocado por los humanos.

Convocado por la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales, el encuentro de dos días en el Vaticano, bajo el título “Esclavitud moderna y Cambio Climático: el compromiso de las ciudades”, tiene el objetivo de abordar estas dos “urgencias dramáticas” desde el punto de vista de los entes locales.

La conferencia relacionó el cambio climático y la esclavitud moderna, según un documento introductorio, ya que “el calentamiento global es una de las causas de la pobreza y la emigración forzada”. “Tengo grandes esperanzas en la cumbre de París... de que pueda alcanzarse un acuerdo fundamental. Naciones Unidas necesita adoptar una postura muy fuerte sobre esto”.

El 18 de junio, el Papa publicó la encíclica Laudato si sobre el cambio climático, la primera dedicada al medio ambiente. Su llamado a los mil 200 millones fieles de la Iglesia podría llevar a los católicos del mundo a presionar a los políticos en asuntos de ecología. Francisco dijo que espera que la cumbre de diciembre en París se refiera “particularmente a cómo afecta (el cambio climático) al tráfico de personas”.

La COP21 busca alcanzar un acuerdo global para combatir el cambio climático tras los fracasos anteriores. Precisamente la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, quien alabó el documento papal sobre la protección de la Tierra, dijo que antes de la cumbre del 21 de diciembre convocará a los alcaldes del mundo para combatir lo que denominó “la desregulación climática” y pidió “acciones concretas” de los grandes municipios.

La declaración firmada ayer por los alcaldes y gobernadores asegura que la cumbre de París “podría ser la última oportunidad efectiva para negociar acuerdos que mantengan el calentamiento provocado por los humanos por debajo de los 2 grados centígrados”. Los países con mayores ingresos deberían ayudar a financiar el costo de la mitigación del cambio climático en las naciones con ingresos bajos, señala el documento, que afirma que “el cambio climático es una realidad científica y su control efectivo es un imperativo moral para la humanidad”.

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