Tres egipcios que presuntamente estaban a cargo de un bote para tráfico de migrantes, fueron arrestados por la policía de Sicilia.  En la embarcación falleció una niña siria diabética de 10 años, luego de que los traficantes arrojaron su insulina por la borda.

En el barco viajaban 335 migrantes, quienes llegaron al puerto siciliano de Augusta, después de una semana en el mar.

Según la agencia Save the Children, el bote zarpó de un puerto cercano a Alejandría, Egipto; la vocera, Giovanna di Benedetto, dijo que, según los padres de la pequeña, apenas la familia abordó el bote, los traficantes arrojaron al agua la mochila que contenía el medicamento. La pequeña murió durante el viaje.

No obstante, la prensa local precisó que los egipcios fueron arrestados bajo sospecha de ayudar a la inmigración ilegal, pero no por homicidio, ya que quienes tiraron la mochila al mar fueron los organizadores del viaje en Egipto.

Matteo Renzi, primer ministro de Italia, habló de la muerte de la niña para calmar las tensiones que provoca el alojamiento de los refugiados en un país donde los centros de acogida ya no dan abasto.

Mientras tanto, la policía romana enfrentó a los residentes de un barrio que protestaban por el alojamiento de varias decenas de migrantes, mientras que en Treviso, los vecinos incendiaron colchones en un edificio dispuesto para alojar a unos 100 migrantes, mismos que fueron llevados a otras partes.

Renzi reconoció que hay un fuerte sentimiento antiinmigrante en el país, sobre todo por parte del partido derechista Liga Norte:

"Podemos discutir todo, pero seamos humanos frente al dolor de alguien que tiene derecho a la dignidad. Cuando muere una niña, no podemos renunciar a ser seres humanos en aras de un punto porcentual" .

jlcg

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