La Casa Blanca calificó de "horrorosa" la matanza de cientos de miles de armenios por el Imperio Otomano, de la que en estos días se cumplen cien años, pero evitó utilizar el término "genocidio", como han hecho otros países ante la actitud negacionista de Turquía.

La omisión de la Casa Blanca del término genocidio en un comunicado de este martes provocó hoy la reacción de grupos cívicos turcos, que respaldados por representantes de la diáspora armenia, piden al gobierno de Ankara que reconozca como "genocidio" la matanza de 1.5 millones de armenios en 1915 por fuerzas otomanas.

En enero de 2008, al comienzo de su campaña por la presidencia, el entonces senador Barack Obama se refirió a los incidentes de 1915 como un "genocidio".

Sin embargo, en 2010, la Casa Blanca intervino para frenar que un comité del Congreso de EU calificará de "genocidio" la matanza y ahora el Ejecutivo, que ve en Turquía a un gran aliado en su política hacia Oriente Medio, evitó utilizar el término en una nota de prensa en la que informaba de una reunión con grupos armenios.

En concreto, en la nota, la Casa Blanca informó del encuentro entre el jefe de Gabinete de Obama, Denis McDonough, y el asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, con representantes de la Asamblea Armenia de Estados Unidos y el Comité Nacional Armenio, también del país norteamericano.

Según indicó la Casa Blanca, durante la reunión se recordaron "los profundos lazos" entre los dos pueblos y se destacó la importancia de honrar las 1.5 millones de vidas extinguidas durante "un periodo horrible" de la Historia.

"Prometieron que Estados Unidos aprovechará la ocasión para instar a un reconocimiento pleno, franco y justo de los hechos, como creemos que es el interés de todas las partes", destacó la residencia presidencial.

Además, la Casa Blanca informó que el secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew, liderará la delegación presidencial que EU enviará el 24 de abril a Ereván, la capital de Armenia, para recordar en un evento, la matanza y mostrar la "solidaridad" del país con el pueblo armenio.

Hasta ahora, han reconocido el genocidio armenio sólo 22 países europeos, como Francia, Alemania, Italia, Canadá, Grecia y Rusia, así como naciones latinoamericanas como Uruguay, Argentina, Venezuela, Chile y Bolivia.

Como resultado de la matanza surgió la diáspora armenia, que influyó mucho en Estados Unidos y otros países como Francia o Argentina, mientras la actual Armenia logró su independencia tras la caída de la Unión Soviética en 1991.

Armenia pide a Turquía que reconozca el genocidio

Armenia pidió hoy a Turquía que reconozca el genocidio de 1,5 millones de armenios por el Imperio Otomano ahora que se cumple su centenario, mientras EU se abstuvo de apoyar la causa armenia para no irritar a su aliado.

"El genocidio es un fracaso de la comunidad internacional y su impunidad es la premisa para su repetición", proclamó Serge Sargsián, el presidente armenio, en su discurso de apertura de un foro internacional sobre el genocidio.

Sargsián, que presidirá el viernes el acto de conmemoración junto a otros líderes, como el ruso, Vladímir Putin, y el francés, Francois Hollande, aludió en todo momento a Turquía, el país heredero del Imperio Otomano, aunque sin mencionarlo.

"La negación del genocidio contiene elementos de una nueva ola de odio nacional y está acompañado en muchas ocasiones de intolerancia y justificación de los genocidios cometidos", destacó.

Al aludir al genocidio armenio, pero también al de Ruanda, Camboya y Darfur, aseguró que estos crímenes deben ser recordados no sólo por los descendientes de las víctimas, sino por los de aquellos que protagonizaron esas políticas de exterminación.

Recordó que 1.5 millones de armenios murieron entre 1915 y 1923, años en los que el Imperio Otomano se desmoronaba, pero otros cientos de miles sufrieron toda clase de penalidades durante las deportaciones a los desiertos de Siria e Irak.

Todos los armenios tienen algún miembro de su familia que pereció en el genocidio, que estuvo a punto de borrar de la faz de la tierra a uno de los pueblos más antiguos del mundo y el primero en profesar el cristianismo como religión estatal.

"Turquía tiene que reconocer su culpa y después abrir la frontera. Esas son las condiciones para normalizar las relaciones", aseguró a Efe Obik, un taxista de unos 60 años.

Obik, quien opina que los armenios irían al país vecino a hacer negocios y trabajar si Ankara levantara el bloqueo, recuerda que su bisabuelo se salvó de una muerte segura cuando fue deportado a Siria al ser rescatado por unos misioneros franceses.

"Nunca lo reconocerán. Son musulmanes. Nos odian. No tienen remedio. Todo el mundo sabe que fue un genocidio", replica Aznaur, un joven dependiente en un comercio de la capital armenia.

No todos son críticas lacerantes, ya que Anush, una periodista armenia afincada en Moscú, recuerda que no son pocos los turcos que se jugaron la vida al socorrer a sus vecinos armenios que eran perseguidos, escondiéndolos en sus casas o establos.

Turquía anunció este lunes que también recordará a los "armenios otomanos" caídos hace cien años, pero su presidente, Recep Tayyip Erdogan, negó rotundamente que esas muertes puedan ser catalogadas de genocidio.

Erdogan, quien tachó de "estupideces" el sermón en el que el papa Francisco describió dicho crimen como "el primer genocidio del siglo XX" , recordó que hace un siglo no sólo los armenios, sino también algunos pueblos musulmanes, fueron masacrados durante la I Guerra Mundial.

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