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Más de 100 familias del exclusivo fraccionamiento Hacienda de Las Palmas, junto a Interlomas, quedaron atrapadas en sus hogares por más de 12 horas, luego de que una tormenta generó el desbordamiento del río La Coyotera y una anegación de 4 metros en la calle Hacienda de Las Golondrinas.
La tormenta generó inundaciones en 25 casas y al menos 16 vehículos atrapados bajo el agua e incluso un autobús dañado por el derribo de una barda, en diversos puntos de la zona residencial Huixquilucan, informó el alcalde Enrique Vargas del Villar, durante un recorrido por la zona más critica que fue la calle Hacienda de Las Golondrinas, junto a Interlomas.
En Golondrinas el nivel del agua superó los 4 metros de altura, por lo que los vehículos de cinco familias prácticamente quedaron bajo el agua y afectaron mobiliario y pertenencias, “además de que por el miedo dormimos en la azotea”, afirmó Fernanda, una joven madre de familia.
“Si estas casas fueran de un piso hubiéramos muerto ahogados”, aseveró Guillermo Camou, quien junto con otros vecinos afectados de los números 13, 2 y 12 de la calle Hacienda de las Golondrinas, cuestionaron al presidente municipal y al director del Sistema de Aguas de Huixquilucan, si abría algún pago por los daños sufridos.
Esta inundación, de la cuenca en que se ubica la calle Hacienda de Las Golondrinas, también impidió la salida e ingreso a más de 100 familias que habitan en cuatro edificios en la misma calle Horreo , Golondrinas, Valle Bravo y Verandas, que además se quedaron sin energía eléctrica.
Martha y Manuel , dos adultos mayores vecinos de Hacienda de Las Golondrinas, relataron que cumplieron 12 horas fuera de su departamento, al que no pudieron ingresar desde las 9 de la noche del martes, cuando el nivel del agua empezó a subir, “es casi la una de la tarde y aún estamos aquí, hemos visto una decena de inundaciones en la última década, pero esta es la más grave”, señalaron.
“Nunca debieron construir esta cuenca” : Alcalde
La causa de esta inundación es multifactorial, primero “nunca debieron de construir en esta cuenca”, afirmó el alcalde panista Enrique Vargas del Villar, quien señaló que en esta zona el río La Coyotera que tiene más de 30 metros de ancho, se reduce a un tubo de 1.80 metros; el tema de la basura y “está fue una de las tormentas más fuertes con 61 milímetros de intensidad, que si no hubiéramos realizado trabajos previos, esto hubiera sido una desgracia”.
José Manuel Camacho Salmón, vocal ejecutivo de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), informó que la estación meteorológica de la zona de Huixquilucan reportó una caída de 61 milímetros de lluvia entre las 20:30 y 22:00 horas, en decir 61 litros cada minuto por metro cuadrado, por lo que de inmediato se desplegó el Grupo Tláloc para atender la contingencia.
Por el historial de inundaciones en la calle Hacienda de Las Golondrinas, permanentemente hay tres bombas con capacidad de bombeo de 750 litros por segundo, pero ante el torrente del río fueron insuficientes y quedaron bajo el agua, señaló el director del Sistema de Aguas de Huixquilucan, Víctor Manuel Baez Melo.
Además de que el Hospital Angeles ocupó y construyó sobre lo que era un vaso regulador de aguas, que quedó cerrado y el agua se quedó estancada en Hacienda de Las Golondrinas, indicó el director del Sistema de Aguas.
“Aquí es la parte más baja, donde llegan las aguas que vienen de Contadero y Cuajimalpa, que bajan por una pendiente de 100 metros de altura a gran velocidad, por lo que lo que hay que hacer son represas, además de liberra zonas invadidas, tanto por asentamientos irregulares como por jardines y edificios que ocuparon parte del cauce del río La Coyotera.
"No volveré a dormir aquí"
Luego de ver como el agua ocupó en unos minutos su taller de flores, habitaciones del primer piso, volteó sus dos autos y derribó el portón de su casa, Fernanda asegura que no volverá a vivir tranquila en su casa a la que llegó apenas hace dos años.
Las pérdidas sólo en la casa número 13 de Hacienda Las Goilondrinas, superan los 700 mil pesos, calculó con desánimo su propietario. Además de que “nadie nos va a pagar los recuerdos, diplomas, documentos, papelería y cuadros que el agua y lodo se llevaron. Hoy no voy a dormir aquí, ya no estoy tranquila”, señaló Fernanda aún.
“Aún no creo que haya sido real”, relató la joven , luego de pasar la noche en la azotea de su casa, junto con sus dos pequeños, bajo la lluvia y sin energía eléctrica, temerosa de ser arrastrada por el agua.
El presidente municipal lamentó que desarrolladores hayan construido en esta zona, “son casas cuyo valor podría alcanzar 15 millones de pesos, pero que al resultar dañadas y estar en un punto crítico y de alto riesgo”, no deberían ya estar habitadas.
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