david.fuentes@eluniversal.com.mx

Todas las tardes, a partir de las 19:00 horas, El Pitufo y su esposa, Perla, preparan su camioneta Ford 97 y salen de la colonia El Triunfo, en la delegación Iztapalapa, para recorrer las delegaciones vecinas, con el pretexto de pepenar basura la cual por 10 o 20 pesos se llevan sin que esté separada, buscan también las tapas de coladeras, alcantarillas y cualquier material que se pueda vender en el fierro viejo.

A poca luz, la familia compuesta por cinco integrantes, aprovecha para llevarse este material que después vende en al menos tres recicladoras ubicadas en Neza, la preferida es la de Don Jorge, quien ya los conoce desde hace más de tres años y paga a 5 pesos el kilo, lo que semanalmente les genera hasta 1500 pesos de ganancias.

Para obtener esta suma, El Pitufo y su esposa recorren poco más de 50 kilómetros todas las noches, principalmente de las delegaciones Coyoacán, Tlalpan y Xochimilco, donde saben que por tener zonas turísticas, las coladeras están completas y, lo mejor, de inmediato las reparan.

En ocasiones los acompañan sus hijos de 13 y 11 años, el más pequeño se queda con la abuela en casa; sin embargo, para que empiece a conocer el negocio una o dos veces por semana lo invitan al “pepene”; saben que están cometiendo un delito, pero es la única manera de obtener ingresos, dicen.

“La venta de fierro es la única manera de llevar comida a casa, conozco a dos o tres familias que hacen lo mismo, ellas nos recomendaron venderlo con Don Jorge porque no hace preguntas, nos paga lo que pesa y ya”.

“No siempre nos va bien, en ocasiones tardamos horas o andamos mucho para encontrar una o dos, por eso vamos a las calles de colonias donde sabemos que hay dinero porque ahí están bien y si nos llevamos una, la reponen de volada y regresamos”, explica.

La mecánica para robarse la tapa de la alcantarilla es básica; con una barreta la abren y con este mismo instrumento y un mazo golpea los tornillos de donde se fija y en cuestión de minutos se la lleva, la cual según El Pitufo trata de que esté en una calle escondida para no afectar a terceras personas.

“Nunca nos han detenido, la gente no se da cuenta que le falta una coladera hasta que no está, no causamos muchos problemas”, puntualiza.

Según el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX), al mes por delegación se reciben de entre 40 y 50 denuncias del robo de coladeras, al considerarlo un delito menor los reportes en la procuraduría son casi nulos.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses