“Metrópolis no tienen ejes de crecimiento”

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Alonso Salazar, quien fuera alcalde de la ciudad de Medellín, Colombia, de 2008 a 2011, advirtió que, a excepción de Curitiba, Brasil, en Latinoamérica no existe una ciudad que vaya en un eje de desarrollo a una ciudad de primer mundo. En entrevista con EL UNIVERSAL, Salazar afirmó que las metrópolis latinoamericanas no han marcado un eje de crecimiento humano hacia el futuro.

“Todas las ciudades tienen facetas, por ejemplo Bogotá es una ciudad donde el uso de la bicicleta es altísimo, hace un millón de viajes a diario; Quito es ejemplar en la recuperación del Centro Histórico. Curitiba la tenemos como ejemplo en sistemas de movilidad en autobuses, pero yo no vería otra ciudad que pudiera calificar como ‘ideal’ para estos proyectos”, dijo.

En la opinión del ex alcalde, las capitales del futuro son aquellas en las que se integran todos los modelos de vida y la riqueza se distribuye equitativamente.

“La ciudad debe desarrollarse en marcos de inclusión con el objetivo de hacerla más humana, para ello es necesario mejorar los sistemas de movilidad como el transporte público y más vías peatonales”, explicó.

Afirmó que dicha evolución va lenta en las ciudades de Latinoamérica debido a la magnitud de los problemas que enfrenta como la desigualdad social e inseguridad.

“Necesitamos ciudades que tengan capacidad de competitividad en innovación, tecnología, conocimiento y educación, pues son aspectos vertebrales, donde sea más generoso el espacio público y la posibilidad de igualdad de los ciudadanos”.

El ex alcalde colombiano consideró que en esta transformación es vital la creación de estrategias que modifiquen la cultura de los habitantes.

“La gente no va a utilizar la bicicleta por consigna. Por ejemplo en Dinamarca ocupan la bicicleta porque los ciudadanos ahorran plata y tiempo. Entonces se debe lograr que la gente haga uso de esos transportes porque, en el fondo, son sistemas realmente beneficiosos”.

Dijo que los gobiernos deben generan continuidad entre los procesos de transición pues para llevar a cabo una transformación de la ciudad se necesitan, al menos, entre ocho y 10 años de seguimiento.