Asaltante, con turbio pasado

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Jorge Eduardo “N”, el ladrón de relojes detenido por un policía de investigación tras darle un disparo en la espalda, ya estuvo en prisión por los delitos de delincuencia organizada y secuestro.

Hace seis meses, las autoridades comenzaron a buscarlo debido a que cuenta con una orden de aprehensión por robo de vehículo y está relacionado en tres averiguaciones previas, en la zona de la delegación Miguel Hidalgo.

Cuatro personas esperan en la sala de urgencias del hospital de la Cruz Roja en Polanco, entre ellos hablan de cómo la situación que atraviesan les ha afectado moral y económicamente.

Su vida cambió el pasado miércoles, cuando Jorge Eduardo “N”, su familiar, fue detenido con un disparo en la columna, que lo dejó paralítico.

“En todos lados se habla de él, todos están en su contra, pero algunos están con nosotros como familia porque somos los únicos afectados”, se escucha la conversación en la sala de emergencias de la Cruz Roja.

Los familiares de Jorge Eduardo “N” no quisieron hablar con este medio, sin embargo, entre ellos platican de la angustia que les genera esta situación debido a que ahora deberán gastar más dinero para cuidar a su familiar.

“No sé por qué no pensó en nosotros, no estamos como para ir y venir de un hospital a otro y ahora hasta en el bote”, concluye una mujer.

En tanto, el policía que frustró el asalto quedó libre al actuar conforme al Protocolo de Detención de la Policía de Investigación de la Procuraduría local, que son: los agentes sólo podrán detener a una persona sin tener una orden escrita por la autoridad ministerial o judicial, si ésta es sorprendida en el momento en el que está cometiendo un delito o es perseguida material e inmediatamente después de haberlo cometido.