Flores de cempasúchil y copal en Santo Domingo

Clínica de periodismo

Entre monumentos de madera decorada, tapetes de aserrín teñido y esculturas de cartón, se erige un altar en la Plaza de Santo Domingo, ubicada en el Centro Histórico de la capital. Se trata de la megaofrenda de la UNAM con motivo del Día de Muertos.

Con una altura aproximada de 10 metros del retablo principal, 84 pirámides artesanales y 100 metros tendidos de tapicería orgánica, el XIX Festival Universitario de Día de Muertos exhibe, desde ayer y hasta el 2 de noviembre, ofrendas tradicionales, orfebrería plástica, pinturas murales, además de eventos artístico-culturales, a todo aquel que recorra el cruce de las calles República de Brasil y Belisario Domínguez.

Los visitantes caminan a través de cráneos gigantes y el humo de copal, arreglos hechos con flores de cempasúchil, esqueletos engalanados en tamaño real, representaciones gráficas de la serpiente emplumada, altares escalonados, e ingeniosos nichos que rinden honor a Rufino Tamayo, pintor mexicano al que está dedicada la edición de esta fiesta.

Román, quien debe atravesar la Plaza de Santo Domingo para llegar a su trabajo, comentó que se acercó a la ofrenda a tomar fotos “porque cada año son muy diferentes, y por eso estamos obligados a ver cómo se representa esta tradición y se rinde culto a nuestros difuntos”.

Asimismo Luis, de Puebla, que paseaba con su esposa e hijo, señaló que “nunca había visto algo parecido porque hay ofrendas tradicionales, pero también unas más ‘hippiosonas’ [haciendo referencia a una construida con varas y atrapasueños] que también están muy padres”.

Raquel, comerciante de la zona, afirmó que le parecío “conveniente porque así ya no están tan amontonadas y podemos disfrutarlas desde varios ángulos sin estarnos estorbando. Y porque casi siempre se hacen en el Zócalo y acá uno también tiene derecho a verlas”, añadió.

No obstante, algunos de los realizadores han encontrado contratiempos. Liliana G., estudiante de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM que ayudó a la elaboración de los tapetes, explicó que “ha habido problemas con el viento y las personas... nos tocó ver a un ciclista que pasó por en medio y a otros que han pisado, yo espero por descuido, las orillas”.

En está edición se contó con la participación de la Universidad Insurgentes, la del Desarrollo Empresarial y Pedagógico, entre otras.