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El presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX), Édgar Elías Azar, aceptó que pudo existir complicidad de personal del órgano jurisdiccional en la fuga de dos peligrosos secuestradores del Reclusorio Oriente al explicar que “alguien” necesariamente tuvo que desatornillar unos anaqueles repletos de archivos para que los convictos pudieran huir por lo que era el Juzgado 20.

Detalló que sólo personal que trabaja en el TSJCDMX o que conoce a detalle todos los rincones de este lugar les pudo dejar la ropa que usaron para escapar, por lo que adelantó, casi 15 personas de este organismo son entrevistadas por la procuraduría capitalina y se sancionará a quien sea responsable.

Incluso a los jueces, pues aunque no se ha encontrado un grado de participación, se busca deslindar injerencia de ellos. Los juzgadores sólo confirman las audiencias que ya tienen programadas; sin embargo, dijo Elías Azar, se seguirá la instrucción del jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, y que esta situación se aclare y los que participaron sean castigados.

“Claro que hay responsabilidad y participación del personal del tribunal, necesariamente se tuvo que desatornillar los anaqueles que estaban repletos de archivos y alguien les tuvo que dejar las ropas. Fue una burla, el tribunal ha aportado todos los elementos, quiénes entraron, quiénes salieron, registros de cámaras y todo, estamos en la mejor disposición”.

“Ahora con los nuevos juicios se podrán hacer las audiencias a distancia y se facilitará todo eso para evitar riesgos, todo será con videoconferencias, no todos, pero se les dará prioridad a los que están en el Diamante”, comentó.

Elías Azar reveló que se tienen identificados nombres y personal que pudo haber participado, incluso por omisión en la fuga y que ya están declarando ante la procuraduría capitalina, de entre los que destacan 15 personas entre empleados del TSJCDMX y personal de intendencia y limpieza, todos relacionados con la bodega donde guardan archivos y donde se hizo el boquete.

Reiteró que la responsabilidad de la custodia y vigilancia de los ahora prófugos corresponde al sistema penitenciarios, “a nosotros nos toca de la rejilla hacia fuera y por donde se fueron no es más que una bodega donde desatornillaron los anaqueles, ahí es donde pudo haber participación de personal del tribunal, supuestamente deben de ser vigilados”, continuó.

Hasta ahora, sólo se les ha dictado el auto de formal prisión a los custodios Jesús Peña Cid y Juan Casados Gutiérrez, imputados por el delito de evasión de preso agravado.

Por su parte, la procuraduría capitalina ha realizado cinco peritajes que permitieron desvelar que hubo participación de al menos otras tres personas en la fuga, una para desatornillar los anaqueles y que posiblemente dejó la ropa, otra que continuamente entraba a este lugar y una más que les señaló el camino para salir del inmueble.

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