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Especialistas en medio ambiente, transporte público y arquitectos coincidieron en que si se decreta la primera fase de contingencia ambiental a 80 puntos, colapsaría la Ciudad de México, aunque se tendría una norma ambiental mucho más estricta.

El arquitecto Juan Felipe Ordóñez, profesor de la Universidad Iberoamericana, aseguró que los 80 puntos Imeca representan una buena calidad del aire, la cual se puede mantener, siempre y cuando se modifiquen y se refuercen las normas ambientales.

“No es fácil lograrlo, se deben hacer muchísimas acciones, por ejemplo, hacer más rigurosas las normas de calidad de las gasolinas e, incluso, bajar el consumo de estos combustibles”.

El experto abundó que se debe fomentar la compra de automóviles eléctricos y multar a las industrias que generan más contaminantes.

“Lo importante es que cambiemos nuestras políticas de consumo, que subsidiemos a quien no contamina y cobrarle a quien sí lo hace.

“También falta una política en la que se establezcan horarios y zonas de circulación específicas. O sea, se tiene que actuar, con el apoyo de los ciudadanos para bajar las emisiones contaminantes y hacerles ver que es un problema de salud pública”.

El coordinador del Observatorio de Transporte y Movilidad de la UAM, Bernardo Navarro, afirmó que la Ciudad de México colapsaría el transporte público, ya que es el metabolismo de la capital.

“El transporte no es algo que se utilice para divertirse, sino para hacer actividades. fundamentales. Si hoy con la nuevas normas aumenta el número de usuarios en el Metro, imagínense qué pasaría si todo el tiempo estamos en la misma situación. Todo colapsaría. No tendríamos la capacidad para soportar a tantos usuarios”.

Afirmó que los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS) corresponden a ciudades de primer mundo, por lo que en la Ciudad de México se deben establecer medidas conforme a su realidad socioeconómica.

“El índice de 80 puntos es una sinrazón porque en la capital del país el transporte público no es eficiente, las normas son laxas, o sea, no es factible. Lo importante es que se maticen esas normas porque la Ciudad de México no está a la altura de otras urbes”.

No obstante afirmó que los 80 puntos son un parámetro al que se debe aspirar, pues el objetivo es mejorar la calidad del medio ambiente, ya que se trata de un problema de salud pública.

Por su parte, el especialista del Centro de Información de Comunicación Ambiental de Norte América (Ciceana), Ramón Pérez comentó que antes de establecer un parámetro para promulgar las diversas fases de contingencia ambiental, se deben realizar estudios de las emisiones contaminantes.

“Se tiene que analizar primero cuáles son los niveles contaminantes de todos los sectores durante un año. Por ejemplo, si el promedio anual es de 30 puntos, pues es posible colocar los 80 puntos como parámeto de contingencia; pero si el promedio es mayor, pues sería imposible establecer ese parámetro porque nunca bajaríamos.

“Tenemos que ir conforme a la situación real de la Ciudad de México, incluso conforme a su situación meteorológica”, acotó.

En ese sentido, explicó que la norma debe establecer un promedio de contaminantes específico, el cual pueda cambiar en épocas donde hace más calor como en la temporada de entre marzo y junio.

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