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La crucifixión de Jesús de Iztapalapa este año se guió con el nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio, pues fue pronto y expedito; comparado con la representación de la Semana Santa en la demarcación de 2016, esta vez los tiempos se cumplieron al pie del programa.

En punto de las 11:30 horas comenzaron las primeras escenificaciones de la Biblia y al grito de “vayamos por ese traidor”, los actores caminaron de la Macro Plaza Cuitláhuac hacia la casa de los ensayos, donde Jesús estaba prisionero y expuesto para que las personas lo pudieran ver antes de subir al Cerro de la Estrella para ser crucificado.

Antes de que comenzaran las actividades del Viernes Santo, romanos y nazarenos convivían, tomaban refresco e incluso compartían botanas para pasar el rato.

Con los pies hinchados, se resguardaban del calor y algunos se preparaban para cargar una cruz de madera cerca de dos kilómetros.

Al ver que Jesús salía de la Casa de los Ensayos, la gente comenzó a reunirse en la Macro Plaza; sin embargo, no era el mismo número que el año pasado, pues en 2016 el sitio estaba lleno de cruces de madera y era imposible pasar, esta vez no hubo aglomeración.

Dione Anguiano informó que este viernes acudieron cerca de 850 mil personas y dijo que del Domingo de Ramos a la tarde del Viernes Santo acudieron alrededor de dos millones de espectadores a las 21 representaciones que se llevan a cabo a lo largo de la demarcación.

La gente observaba atenta la presentación de Jesús ante Pilato y Herodes; la muchedumbre se emocionó cuando comenzaron los azotes al Hijo de Dios, quien es interpretado por el joven Éder Omar Arreola Ortega.

“Más duro” y “ya déjenlo”, eran algunos de los gritos de los espectadores; el conflicto se registraba contra las personas que tenían alguna sombrilla o celular obstruyendo la vista, era ahí cuando comenzaban los chiflidos.

Tiempo récord. El Viacrucis comenzó a las 14:15 horas y el entrenamiento de Éder Omar se vio reflejado debido a que llegó al predio de las tres cruces para ser crucificado en el tiempo exacto como estaba programado. Las caídas no tuvieron ningún contratiempo, fueron las siete que se realizan tradicionalmente en la delegación Iztapalapa.

Acompañando a los personajes, miles de personas vestidas como nazarenos subían al Cerro de la Estrella, algunos descalzos y ya con heridas en los pies, otros con rozaduras en los hombros por cargar tanto tiempo la cruz de madera, algunos más con heridas en el rostro al usar coronas de espinas, el resto un poco molestos por el intenso calor que se registró.

Durante los días domingo, jueves y viernes la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México reportó 33 mil 649 atenciones médicas y se realizaron 19 remisiones al Juez Cívico por faltas administrativas.

Por su parte la Procuraduría General de Justicia capitalina ayudó a que cuatro personas fueran localizadas a través del módulo del Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA), instalado por la Subprocuraduría de Atención a Víctimas del Delito y Servicios a la Comunidad, en la explanada de la delegación Iztapalapa.

Al terminar la crucifixión, la gente comenzó a dispersarse, algunos más se propusieron acudir a la sepultura, mientras que otros de dijeron hartos para seguir con el evento, “ya vámonos, ya no aguanto”, decía una mujer a sus hijos, quienes caminaron todo el Viacrucis.

Este Sábado de Gloria se llevará a cabo la representación de las mujeres rumbo al sepulcro, la resurrección, el encuentro de Jesús con Magdalena, las dudas de los apóstoles, Jesús ante los apóstoles y la ascensión de Jesús.

Dione Anguiano reportó saldo blanco en este evento e informó que como resultado de los recorridos que realizó la demarcación para evitar la venta de alcohol en las calles se cerraron 30 chelerías, se detectaron 10 puestos de alcohol en la vía pública, y se decomisaron más de 200 botellas familiares de cerveza y tres garrafas de pulque.

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