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El arribo del candidato presidencial priísta, Adolfo López Mateos, movilizó a la ciudadanía, la mayoría pretendía caminar a su lado y plantear propuestas para mejorar Yautepec, un municipio al oriente del estado, cuyo territorio comprende el paradisíaco poblado de Oaxtepec, “Cerro de los guajes”, en náhuatl. Era diciembre de 1957, recuerdan los cronistas.

Un grupo de habitantes, entre ellos Moisés Ortiz Aragón, se acercaron al candidato para pedir la construcción de un centro vacacional, con el fin de rescatar la zona y posicionarla entre el turismo nacional y extranjero.

La idea gustó a López Mateos y al ganar la presidencia encargó la obra al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuyos técnicos y arquitectos acudieron a Oaxtepec para revisar la topografía de los predios. El centro fue inaugurado el 28 de noviembre de 1964, unos días antes de entregar la presidencia a Gustavo Díaz Ordaz.

Raúl Aispuro Rivas, administrador del centro vacacional de 1965 a 1992, recuerda que la obra fue inaugurada, y cerrada inmediatamente porque, según un diagnóstico de ingeniería civil, había errores en la construcción. Finalmente lo abrieron al público en julio de 1965 por mediación de Lázaro Cárdenas y Fidel Velázquez, quienes argumentaron que el centro significaba una conquista de los trabajadores.

César Ortiz Triana, cronista de Yautepec, dice que la mayoría de los terrenos pertenecían al general Juan Andreu Almazan. El gobierno federal lo indemnizó para conseguir la posesión de 134 hectáreas.

Triana y Agustín Alonso Mendoza, ex edil de Yautepec, coinciden en que la ubicación del centro no fue casual pues se aprovecharon las aguas naturales, el clima, así como la flora y fauna.

En ese sitio el emperador azteca Moctezuma ordenó construir el primer jardín botánico del mundo y concentró especies de animales y plantas.

Desarrollo y caída. Del inicio y desarrollo de Oaxtepec como centro vacacional llueven imágenes en la mente del ex administrador Raúl Aispuro y sobre todo de personajes políticos como Fidel Castro Ruz, llevado al lugar para conocer los proyectos realizados en beneficio de la base trabajadora.

“Fue una conquista de la clase trabajadora, para su descanso, recreación y esparcimiento con su familia. Fue un éxito absoluto. Anualmente entraban un promedio de entre 2 millones y 2.5 millones de personas, en su mayoría clase trabajadora”, recuerda Aispuro.

“Puedo decir con orgullo que Oaxtepec nunca vivió una crisis financiera mientras estuvimos al frente, eso fue hasta 1992, cuando me jubilé por 40 años de servicio”, asegura. A la salida de Raúl Aispuro, el centro enfrentó una crisis financiera hasta que el IMSS licitó su concesión y ganó el consorcio Promotora de Centros de Esparcimiento, S.A. de C.V. para la construcción, mantenimiento y uso, durante 15 años nueve meses, contados a partir del 28 de julio de 1998.

Así surgió el Parque Acuático Oaxtepec (PAO), pero en septiembre de 2011 la firma renunció a la concesión en medio de supuestos problemas económicos y legales. El cronista César Ortiz afirma que la quiebra se debió a la falta de difusión del parque, perdida de calidad en el servicio, falta de mantenimiento y elevados precios.

El foco de atención volvió en 2013 cuando el gobernador Graco Ramírez se comprometió en la Firma del Pacto por Oaxtepec invertir 20 millones de pesos en trabajos de rehabilitación.

En octubre de 2016 inauguró obras de introducción de redes de agua potable y drenaje, construcción de banquetas y el reordenamiento del acceso a Oaxtepec. Desde esa fecha anunció la llegada de Six Flags.

Resurge la moda. El Centro Vacacional Oaxtepec del IMSS siempre se ajustó a las necesidades de los visitantes, cuya mayoría buscaba los atractivos de ese momento como la alberca olímpica, sus trampolines, la zona para acampar y años después el teleférico.

Los tiempos son distintos y con la concesión a la empresa Six Flags para operar el Hurricane Harbor Oaxtepec (HHO) en 27 hectáreas de esta zona, los visitantes podrán gozar de un oasis tropical que contiene atractivos como un nuevo tobogán híbrido, único en Latinoamérica por sus características.

Tiene un río lento de 600 metros de longitud, así como una alberca de olas de mil 850 metros con olas artificiales de 1.20 metros de altura.

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