A lo largo de los poco más de 700 kilómetros que el estado de Chihuahua mantiene de colindancia con los Estados Unidos se ubican un total de siete cruces internacionales por los que cada año salen de México alrededor de 12 millones de automóviles, 23 mil autobuses y 6.5 millones de peatones.

De igual forma cruzan con dirección al norte casi un millón de camiones de carga y alrededor de mil 400 trenes que llevan unos 85 vagones, de acuerdo con cifras del gobierno de la nación vecina.

La dependencia comercial de la región es elevada: tan sólo en 2015 el monto del comercio exterior en la zona que comprende Juárez –El Paso tuvo un alcance cercano a los 100 mil millones de dólares, de esa cifra 55% corresponde a las exportaciones mexicanas.

En un trimestre promedio México exporta alrededor de 13 mil millones dólares e importa alrededor de 11 mil millones, según datos del Departamento de Comercio Exterior del Buró del Censo de Estados Unidos, compilados por la Universidad de Texas A&M.

Además del comercio a nivel industria, en la zona el intercambio cultural y comercio de tipo familiar son algo cotidiano.

Tan sólo en las escuelas del Distrito Escolar de El Paso, de los 61 mil estudiantes que se tienen registrados, 50 mil son mexicanos o hijos de connacionales.

Lo mismo ocurre en otros niveles educativos: el Consulado de los Estados Unidos en Juárez emite cada año entre 10 mil y 12 mil visas para estudiantes que no radican en El Paso, es decir, son integrantes de familias juarenses que cruzan diariamente a tomar clases en la vecina ciudad texana.

La cercanía es de tal magnitud, que de acuerdo con datos de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo, A.C (Onexpo), a principios de este año, tras el incremento al combustible de casi 40%, los automovilistas optaron por comenzar a cargar en Texas; de hecho, el precio de los hidrocarburos en esta frontera está referido al que se maneja en Estados Unidos y no al resto de México.

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