Denuncian padres rapto de hija de 12 años

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Un matrimonio de esta comunidad chimalapa acusó de negligencia y omisión a las autoridades ministeriales del municipio y del estado, quienes, según la pareja, han ignorado la denuncia que interpusieron por la desaparición de su hija de 12 años el pasado 6 de febrero.

La menor habría sido raptada por Jacinto Sánchez Vásquez, de 30 años, quien presuntamente se la llevó a Uxpanapa, Veracruz

Los coordinadores del Comité Nacional para la Defensa de los Chimalapas, Luis Bustamante y Miguel Ángel García, también pidieron al fiscal de Oaxaca, Joaquín Carrillo Ruiz, que garantice el acceso a la justicia para la menor y sus familiares.

Priscila, alumna del segundo año de secundaria, desapareció de su comunidad San Antonio Nuevo Paraíso. Sus padres Refugio y Leonor sospechan que el autor del plagio es Jacinto.

“Fuimos al Ministerio Público de Matías Romero y a la comunidad de Palomares y ahí nos dijeron que este martes [ayer] los policías irían a buscar a nuestra hija a Veracruz, pero llegamos y nos dijeron que no tienen dinero para la gasolina”, narró Leonor.

Añade que les sugirieron buscar “un arreglo económico con el señor que se la llevó, porque seguramente ella se fue por su voluntad y, como dictan las costumbres de los pueblos, aceptáramos una comida y algunos cartones de cervezas a cambio de ella”.

Leonor asegura que Priscila no se fue por su voluntad. “Si Jacinto se la hubiera llevado para su pareja, la tendría en su casa, pero él no está ahí. Dicen que se la llevó a Jaltipan, Veracruz. Queremos que la policía de Oaxaca vaya a rescatarla”, suplicó.

Desde la desaparición de Priscila, sus padres Refugio y Leonor, así como su abuelo León, ya viajaron tres veces a Matías Romero.

Por cada viaje han caminado cinco horas y viajado seis horas más en camionetas. Once horas de viaje: cinco horas en subir y bajar montañas para llegar al poblado El Luchador, “donde vivía el señor que presuntamente se la llevó” y que pertenece a Uxpanapa; de ahí, a la carretera cerca del poblado Once, en la Chinantla, Veracruz.

Ayer, en la oficina regional de la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), les recibieron la denuncia por la desaparición de Priscila y la negligencia de las autoridades ministeriales.

Para el Comité Nacional para la Defensa de los Chimalapas, el trato que dieron las autoridades a los padres de Priscila “resulta indignante e inaceptable, cuando por mandato constitucional las autoridades tienen el deber de velar por el interés superior de los y las menores”.

En 1988, don León, abuelo de Priscila, fundó San Antonio, al que después le agregaron el nombre de Nuevo Paraíso, porque así les pareció la biodiversidad que hallaron luego de vivir en áreas erosionadas de la mixteca.