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Un grupo de alumnos de la escuela primaria María Elvira Delgado de Calderón, ubicada en Los Mochis, asistieron a clases con cascos protectores ante el temor de sufrir algún accidente por el desprendimiento de materiales de construcción de los techos y para llamar la atención de las autoridades escolares.

La directora del plantel, Fernanda Félix Ramírez, reconoció que esta es sólo una medida de manifestación pacífica, en busca de llamar la atención de las autoridades.

Ayer, el avanzado deterioro de los techos de seis aulas de la primaria, ubicada en la calle Obregón, entre Niños Héroes y Zapata, fue evaluado por peritos en construcción de Protección Civil y del Instituto Sinaloense de Infraestructura Física Educativa, quienes concluyeron que no existe riesgo para los alumnos.

La escuela tiene cerca de 70 años de antigüedad y, según el peritaje, el desprendimiento del enjarre de los techos se debe a la excesiva humedad y falta de mantenimiento.

Ismael Checa Landeros, titular de Protección Civil del estado, detalló que las hojas que desprenden los árboles y quedan depositadas en los techos de los salones han provocado que los sistemas de caída de aguas pluviales se obstruyan. El agua se queda estancada por largos periodos sobre la construcción.

Sobre los cascos que fueron portados —durante sólo un día— por los alumnos de cuarto grado, grupo B, indicó que no son los adecuados para la protección de la cabeza, por su fragilidad.

Piden “no infundir miedo”. Checa Landeros pidió al personal docente de la primaria y a los padres de familia no infundir miedo a los alumnos, puesto que su integridad física no está en riesgo.

Explicó que la directora de la primaria y padres de familia con los que se reunieron, admitieron que recurrieron a poner cascos a los niños como una llamada de atención para las autoridades, ante las condiciones en que están seis aulas.

Dio a conocer que en la reunión en la que estuvieron presentes el jefe de los Servicios Regionales de Educación, Sixto Rosas Hernández, y funcionarios del Instituto Sinaloense de Infraestructura Física Educativa, se acordó que a partir de la tarde del vienes, el sábado y el domingo se trabajará en la reparación de los techos y en la impermeabilización.

Una vez que se concluyan los trabajos de reparación de los daños en las seis aulas, la próxima semana se volverá a tener una reunión con personal docente de la escuela para evaluar las nuevas condiciones.

Acciones desesperadas. La maestra del cuarto grado B, Rosa Elba Romero, comentó que se les ocurrió llamar la atención de las diversas autoridades colocando cascajos en las cabezas de sus alumnos y de algunos maestros del plantel, cuyas fotografías también fueron divulgadas.

Dijo que por el hecho de que la escuela tenga casi 70 años de haber sido construida, es obvio que con el paso del tiempo sufrió un deteriro, por lo que determinaron llamar la atención con estas acciones.

Comentó que ante la caída de enjarrez en su salón de clases, determinó trasladar a sus estudiantes a un pequeño espacio, donde se ubica el centro de cómputo.

La directora del plantel escolar reconoció que el casco no es una medida precautoria en sí. “Lo que queremos es que ellos [los alumnos] puedan manifestar su temor de asistir a la escuela y de que pueda pasar una desgracia”, expresó.

Informó, además, que el diputado federal, el priísta Bernardino Antelo Esper, se comprometió a apoyar en las reparaciones de la escuela.

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