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El conflicto en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, tras la elección de director, no está exenta de la violencia generada por la transición de poderes en Oaxaca e incluso la desestabilización pudo ser generada por grupos políticos o partidistas ajenos a la institución, aseguró el rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), Eduardo Bautista Martínez.

Pero “la universidad no es refugio de delincuentes ni solapará actos fuera de la ley”, añadió, y demandó una investigación puntual de la quema de un área de la Facultad, la semana pasada.

En entrevista, lamentó igualmente la insuficiente respuesta policiaca para impedir el siniestro en una puerta y mobiliario, además del saqueo, ocurridos el 17 de noviembre pasado en el edificio catalogado como Patrimonio de la Humanidad.

“Es importante considerar el contexto estatal en que ocurre este tipo de situaciones, que no es menor; estamos en una transición de poderes, donde si bien la universidad tiene que deslindarse, tampoco es ajena a la infinidad de relaciones que ocurren en el entorno y que procuran un ambiente de desestabilización, propio del cambio de gobierno”, dijo.

Recalcó que no se puede simplificar el conflicto de la universidad, “sí es verdad que hay una dinámica conflictiva al interior de la universidad, pero no se puede negar un contexto de diversos intereses que seguramente están acicateando este tipo de conflictos”.

Precisó que la rectoría pidió desde el 14 de noviembre la presencia policiaca en las instalaciones universitarias, tras los primeros disturbios ocurridos ese día.

¿Fue suficiente la presencia policiaca para enfrentar el conflicto?

—Se dio, pero no de manera suficiente y no como la esperábamos; mantuve comunicación constante con la Secretaría de Seguridad Pública, exigiendo que tuvieran una participación no solamente en términos cualitativos, sino cuantitativos; necesitamos una policía cada vez más eficiente y desafortunadamente en esta ocasión no lo observamos.

Investigación a fondo

¿Lo ha requerido la PGR respecto de los hechos recientes?

—He tenido la oportunidad de participar en las diligencias ante la PGR y la disposición que he mostrado es que la investigación se lleve hasta las últimas consecuencias.

Tradicionalmente no hay castigo a los presuntos “porros” que generan la violencia.

—La rectoría ha insistido en que lleguemos hasta las últimas consecuencias en términos de la investigación y deslinde de responsabilidades, así como las sanciones que corresponda a los implicados, materiales e intelectuales.

Se le relaciona o se le señala de proteger a los “porros”.

—No hay evidencias; la rectoría ha mantenido una posición de imparcialidad al respecto, es importante precisarlo, porque se tiende a tener ese tipo de valoraciones; los procesos electorales en las unidades académicas son organizados y sancionados por el Consejo Técnico.

¿Qué hace con el “porrismo”?

—Estamos insistiendo en que el trabajo debe emprenderse a partir de alianzas que resulten saludables para la universidad; esperamos tener el respaldo del nuevo gobierno y lo mismo estamos procurando con la Federación, que podamos disponer los respaldos para poder sanear esta situación.

El margen de autonomía no implica solapamiento de delincuentes de ningún tipo; por el contrario, la autonomía debe considerarse como un valor preciado en términos de libre academia, investigación, academia, conocimiento y cátedra, en esos términos y no para convertir a la universidad en un espacio sin ley.

¿Qué espera la universidad de la próxima administración de Alejandro Murat?

—Respaldo y respeto, y una alianza saludable que permita apuntalar la consolidación de la universidad; requerimos respaldo y respeto en el tema presupuestal y de seguridad.

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