El Penal del Topo Chico, el más antiguo de la entidad, volvió a ser escenario de un hecho violento, el quinto en lo que va del año, al resultar heridos por los internos, dos elementos de Fuerza Civil, durante un operativo de revisión.

A la fecha en los diversos incidentes ocurridos en el reclusorio, han muerto 54 internos, y 39 resultaron heridos, además de dos elementos policíacos.

Con relación a los hechos de esta madrugada, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado señaló que “dentro de las acciones permanentes de supervisión a los centros penitenciarios del estado, elementos de la Agencia de Administración Penitenciaria, con apoyo de Fuerza Civil, llevaron a cabo este miércoles un operativo de revisión de rutina al interior del Penal del Topo Chico”.

Agregó que durante la inspección, que inició a las cinco de la mañana, personal de Fuerza Civil fue agredido por internos del ambulatorio D, en el área de ampliación, “lo cual derivó en un altercado que se controló en un lapso menor a dos minutos”.

Un grupo de elementos de Fuerza Civil que fue agredido, acudió a las instalaciones del Isssteleón para su valoración médica, pero sólo dos presentaron lesiones que ameritaron atención hospitalaria, mientras que el resto se reintegró a sus labores durante este mismo día, señaló la dependencia estatal.

Asimismo, informó que durante el operativo fue asegurado material diverso, en todas las áreas del penal, pero no se detalló que tipo de objetos ni la cantidad.

El gobernador Jaime Rodríguez Calderón declaró, antes de conocer este nuevo hecho violento, que el penal del Topo Chico será definitivamente cerrado, una vez que se construya un nuevo centro penitenciario.

Sin embargo, debido a limitaciones económicas, expuso que aunque se mantiene la idea para más adelante, por el momento se descarta construir el nuevo penal en el municipio de Galeana –su tierra natal, en el sur del estado-, y en cambio se concluirá la primera etapa del penal de Mina, que inició el anterior gobierno, pero lo dejó inconcluso por falta de recursos del estado y la federación.

El Bronco explicó que el proyecto ya no será para cuatro mil internos como se tenía previsto sino para dos mil; y el costo será de unos tres mil millones de pesos, la mitad de lo que costaría la totalidad de la obra.

“Esto nos llevaría dos años, no es algo que se pueda construir a la brevedad, el proyecto de construcción sería en 18 meses, si iniciamos en enero, estaríamos terminando a finales de 2018”, comentó el gobernador.

El mandatario estatal que en Nuevo León dijo que hay siete mil 200 internos distribuidos en los penales del Topo Chico, Apodaca y Cadereyta, con una sobrepoblación de mil 200 reos, que se concentra en el primer reclusorio.

Agregó que mil 700 internos son del fuero federal, y se hacen gestiones para que el Gobierno de la República los traslade a centros penitenciarios de su jurisdicción, pero ellos tampoco tienen recursos para nuevos espacios.

Consideró que el problema de la sobrepoblación sería resuelto en parte con esa medida, y porque gracias al nuevo sistema de justicia penal, están por salir entre 600 y 700 internos que no son considerados de alta peligrosidad, están por cumplir su proceso o se pueden beneficiar si realizan la reparación del daño.

Otros hechos violentos en el mismo penal

Entre la noche del diez y la madrugada del once de febrero, se registró una masacre de un grupo delictivo de Los Zetas contra otra facción de la misma organización delictiva, que se disputan el autogobierno en el Penal del Topo Chico. El saldo fue 49 reos muertos y 12 heridos –cinco de ellos de gravedad.

Mientras el primero de junio, según las autoridades, hubo otro ataque, por disputas internas entre miembros del Cártel del Noreste (ex integrantes de Los Zetas), donde hubo tres muertos y 19 heridos. Entre las víctimas mortales estuvo Orlando Galindo Puente o Jesús Galindo Puente, “El Maruchan”, supuesto líder interno del Cártel del Noreste y responsable de realizar dentro del Topo Chico, las “cuotas de protección” o “extorsión”.

El pasado trece de octubre, mientras el mandatario estatal, Jaime Rodríguez Calderón, se hallaba en el Congreso local para rendir su Primer Informe de Gobierno, hubo una riña entre los presos, con saldo de un muerto y ocho lesionados.

La medianoche del 25 de julio hubo un intento de amotinamiento de los reos, que prendieron fuego a contenedores de basura y otros objetos, ante rumores de que las autoridades penitenciarias realizarían traslados hacia otros reclusorios. El gobierno estatal aseguró que no hubo personas lesionadas, y que la situación fue controlada por personal de la Agencia de Administración Penitenciaria con apoyo de Fuerza Civil.

afcl

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