En el idioma zoque, la a’ —que se pronuncia como “ao”— es la sexta vocal del alfabeto, con un uso constante y es el nombre que adoptó un grupo de jóvenes que en 2012 decidió formar un grupo musical de ska, en la cabecera municipal de Ocotepec, en la selva de las Montañas del norte de Chiapas, que comparten Tabasco, Oaxaca y Veracruz.

Pedro Estrada, de 19 años, platica que a mediados de 2012, él y cinco de sus amigos, que acostumbraban charlar en el parque central del poblado, decidieron formar la banda a la que llamaron La Sexta Vocal Zka Zoque, porque querían dar a conocer la marginación y el olvido en que viven los indígenas de esta zona, pero cuando llevaron los instrumentos al punto de reunión, se dieron cuenta de que no los sabían tocar, lo cual no fue impedimento para ellos, porque persistieron hasta que consiguieron desarrollar sus primeras canciones. A los pocos meses, los seis muchachos ya podían sacar algunos éxitos del momento que sonaban en la radio o en internet.

Cuando los habitantes de la cabecera municipal de Ocotepec supieron que los jóvenes se reunían en un domicilio empezaron a murmurar: “Esos roqueros locos”, y otros llegaron a acusarlos de tocar música satánica. A finales de 2013, estos jóvenes estudiantes de secundaria y preparatoria o que trabajaban con sus padres, ahorraban para ir a conciertos de El Tri, Salón Victoria, Caifanes, Antidoping y otras bandas, habían escrito sus primeras letras y arreglos, que hablaban de la marginación y el olvido en que han vivido por decenios en pueblo zoque.

Los 12 grupos indígenas en Chiapas están en 70% de los 122 municipios que se distribuyen en las casi 18 mil localidades (según el Inegi), pero son los tzeltales y tzotziles los grupos más numerosos, seguidos de los choles, zoques y tojobalales, dice el investigador Arturo Lomelí. Son casi 87 mil los zoques.

A diferencia de otros muchachos que salieron del pueblo para buscar trabajo, estos músicos enfrentaron la marginación y la pobreza.

Los jóvenes no tuvieron problemas para reunirse, ya que era amigos y vecinos, por eso el día que se encontraron con los instrumentos musicales en la mano, no tuvieron dificultad para acordar lo que querían. “Ese día dimos nuestras ideas para constituir la banda, pero fue totalmente loco este proyecto para nuestro pueblo. Fue muy fácil reunirnos”, explica Pedro, de 19 años, que es la voz principal de la banda.

El grupo lo forman: Miguel Ángel Morales, de 22 años, en la guitarra; Damián Morales, de 20, en la guitarra y teclado; Gerardo Suárez, de 26, en el bajo; Marco García, de 26, en el sax y tenor; Fredy Castellanos, de 24, en la batería; y Pedro Estrada, en la voz principal.

Los instrumentos, que eran de baja calidad, los compraron con sus ahorros.

Se enteraron de que la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) tenía un programa de apoyo a grupos musicales indígenas, metieron una solicitud y recibieron la respuesta positiva para comprar instrumentos musicales profesionales.

Desconfianza

Durante varias semanas, los habitantes los veían con recelo e incluso algunos sugerían que no formaran la banda, pero ellos respondían: “Nuestra intención no es dañar a nadie”. Incluso, en los hogares de algunos de ellos había conflictos con sus padres, pero argumentaban que detrás del grupo “no había nada malo”.

Fue después de su primera presentación, en una estación de radio XECOPA de la CDI, en el municipio de Copainlá, que los zoques tuvieron una reacción distinta con los jóvenes. Antes de empezar a tocar, los muchachos creían que seguiría el rechazo de sus paisanos, pero finalmente la reacción fue positiva.

La primera canción que crearon hablaba de la unidad de los zoques: “Ven hermano de la mano. No te olvides de la cultura…”.

Han pasado cuatro años desde su primer presentación en la radio de Copainalá y La Sexta Vocal Ska Zoque ha sido invitada a festivales de la Ciudad de México, Estado de México, Veracruz, San Luis Potosí, Chihuahua, Oaxaca y Chiapas.

Pedro considera que “ha sido tan agradable y satisfactorio para nosotros haber viajado, conocido mucha gente, después de estar encerrados en nuestro pueblo”.

Superación

El grupo busca la superación en todos los frentes; Pedro estudia Comunicación en la Universidad Autónoma de Chiapas; Miguel, en Pedagogía; Gerardo, música en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), donde también es maestro. Los demás trabajan en diversas actividades.

Los jóvenes se preparan constantemente para que “la gente nos siga y nos escuche y vea en nosotros una propuesta por nuestra letra y música”, pero se han fijado como meta hablar de los zoques y “alzar la voz por ellos”. No quieren dejar de ser sensibles a lo que pasa con el olvido, marginación y pobreza de los zoques, etnia que ha sufrido como todo los pueblos originarios de México. “Vamos a seguir alzando la voz por nuestro pueblo. Estamos cansados de que nos mantengan en el olvido y que nos ofrezcan migajas”, incluso que se les divida para crear conflictos sociales, agrega Pedro.

Hace dos años los jóvenes grabaron su primer disco, con mil copias de los que se han agotado, al que titularon Sueño zoque, con ocho tracks, pero a finales de este año, o principios del próximo, prevén lanzar el segundo disco, con temas como “Déjame entrar”, “Ska zoque” y “Revolución”, entre otros.

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