Hace poco más de un año no planeaba estudiar Biología. Hoy Erick Isaac Navarro Delgado es el mejor de su edad en esa ciencia a nivel iberoamericano.

Erick, de 18 años y habitante de la Ciudad de México, se colgó la medalla de oro de la Olimpiada Iberoamericana de Biología, celebrada en Brasilia, Brasil, luego de competir con jóvenes de 12 países de América además de Portugal y España.

-¿Ya asimilaste que eres el mejor de esta región?

-Sí soy bueno en mi área, pero a todos los que conocí en la competencia son muy buenos, creo que hay áreas en las que cada quien es mejor pero no creo ser mejor que los demás.

Es estudiante de primer semestre en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y desde niño, fue bueno en Matemáticas, le gusta leer y estudiar pero afirma que eso no está peleado con ser sociable, va a fiestas y sale con sus amigos, “aunque hay muchas cosas que tengo que sacrificar” cuando hay que competir.

Erick, habitante de la delegación Coyoacán, estudió el bachillerato en la Preparatoria 6 de la UNAM. En segundo año una profesora le vio talento en Química y aceptó competir en la olimpiada nacional de esa disciplina.

“Hace un año no quería estudiar Biología porque estaba en el proceso para la competencia en Química, pero vi la convocatoria para Biología y también me inscribí, ‘no pierdo nada’, me dije”.

En enero pasado ganó la Olimpiada Nacional de Biología, que le dio el pase para la competencia iberoamericana en Brasil, a la cual fue con apoyo de la UNAM y la Academia Mexicana de Ciencias.

Antes, acudió por iniciativa propia como oyente a clases en la Facultad de Ciencias y fue a talleres de Biología en Guanajuato y Chiapas.

“Ya que te adentras, te va gustando mucho más y acabé enamorado de la Biología”, expresa el joven espigado de tez morena, amante del rock en español y quien practica el tiro con arco que lo ha llevado también a torneos nacionales.

“Si sigues lo que te gusta y explotas tu potencial, vas a ser muy bueno en ello”, agrega.

Sus papás son ingenieros y su hermano mayor estudia Contabilidad. Se mantienen de un restaurante. Siempre ha vivido en la colonia Santa Úrsula, en Coyoacán, una población con carencias y problemas de inseguridad, sin embargo habitar ahí “sirve mucho porque no vives en una burbuja, te hace valorar lo que tienes y surgen ganas de ayudar a los demás”, ganas como al dar clases de matemáticas a jóvenes de escasos recursos que buscaron entrar al bachillerato.

Erick ve al país en un panorama complicado: “sí está difícil la situación, pero México no sólo es lo que sale en las noticias: balaceras, peleas entre los maestros, peleas en todas partes, también hay mucha gente que lucha por salir adelante y muchos jóvenes que quieren un cambio y que México avance con ideas innovadoras”.

Señala que la educación necesita mayor impulso para llegar a todos, que el presupuesto para ciencia no tenga más recortes y se cambie la percepción de que es aburrida pues “no lo es, la ciencia es ser curioso para entender las cosas”.

Su meta es convertirse en investigador científico y revertir esa percepción. “Si llego a ser investigador haré más difusión de la ciencia en las escuelas y en otras partes, que el conocimiento no se quede entre investigadores porque la ciencia atañe a todos y si todos están más informados, es menos posible que las personas sean manipuladas”.

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