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Tijuana.— Cuarenta y cinco haitianos llegaron a Tijuana después de que elementos de la Policía Federal los rescataron del desierto de Altar, Sonora. Arribaron en un camión directo a la Casa del Migrante.

Patrick Murphy, director del albergue, explicó que son originarios de Haití aunque originalmente dijeron que venían de África. Entre los rescatados, cinco son de El Salvador.

El grupo, entre los que viajan 10 niños, abandonaron su país a causa del hambre y la violencia para solicitar una visa humanitaria que les permita vivir en Estados Unidos legalmente.

El martes fueron rescatados en la región desértica de Altar cuando un chofer que contrataron en Tapachula, Chiapas —donde se les otorgó un permiso de transito por México de 30 días— los abandonó.

Según el relato de los haitianos, el chofer manejó durante casi tres días y el martes, cuando transitaban cerca de Caborca, se quedó dormido tras el volante y salió de la carretera. El hombre aseguró que iría en busca de ayuda, pero ya no regresó.

Aguantaron tres horas dentro del camión a temperaturas de más de 40 grados centígrados, hasta que vieron una patrulla de la Policía Federal y le pidieron ayuda.

“Pensamos que íbamos a morir, de repente salimos del camino. Pero lo peor fue soportar el calor y pensar que nuestros hijos morirían deshidratados”, cuenta uno de ellos.

Libraron la muerte. William viajaba en el camión blanco que fue abandonado en el desierto. Salió de El Salvador y pagó a polleros para ser guiado hasta México. Así llegó a Tapachula, y un hombre le ofreció que por mil pesos podría viajar con aire acondicionado hasta Estados Unidos, donde le darían asilo humanitario.

Trabajaba para la compañía de transporte Hermanos García. Le entregó todo el dinero que había ahorrado y abordó el camión con sus tres hijas pequeñas y esposa.

Sus compañeros de viaje le contaron que eran de Haití y buscaban asilo humanitario, igual que él.

Recuerda que cerca de un paraje desolado el chofer dormitó y minutos después se encontraba brincando en su asiento y tratando de sostener a sus hijas. “El carro comenzó a pegar con palos, con el parabrisas y se quebró el espejo de adelante, y toda la gente gritaba auxilio, lo que más nos preocupaba eran los niños”.

Sacaron el autobús entre todos de la grieta en la que cayó fuera de carretera, pero el chofer les dijo que tenía que ir a conseguir otro autobús. Dice que no tenían agua o comida.

Explica que huyó de El Salvador por que presen ció cuando unos pandilleros asesinaron a un vecino.

Sabía que lo matarían si no escapaba de inmediato con su familia. Huyó de la gente mala, pero encontró gente igual en su paso por México.

Todos ganan. Patrick Murphy, director de la Casa del Migrante, explicó que la llegada de haitianos ha surgido porque en su país ha proliferado un negocio lucrativo: pagar a traficantes de personas sólo 90 dólares por ser trasladados hasta Tijuana con la promesa del sueño americano.

Todos lucran con los migrantes: considera que los permisos de transito de 30 días que les otorga el Instituto Nacional de Migración se los da sin cuestionar, por que no quieren gastar dinero en deportarlos. Los dejan llegar hasta Tijuana para que el gasto lo absorban las autoridades norteamericanas.

“Llegan pero no hay un plan estratégico, hemos tenido juntas pero esto no es suficiente. El gobierno no está haciendo nada a mi punto de vista. Ellos tienen que abrir un albergue porque estamos llenos.

“Los migrantes han aprendido a mentir sobre su nacionalidad en su transito por México a Estados Unidos, y es que el país al que más facilidades se le brinda para otorgar asilo político es a África”, explica.

También Esmeralda Siu, de la Coalición Pro Defensa del Migrante que agrupa a otras casas entre ellas la Casa del Migrante, dice que la mayoría de los haitianos que están llegando a Tijuana aseguran que son de lugares como El Congo o Senegal para facilitar su ingreso a Estados Unidos.

Rodulfo Figueroa, delegado del Instituto Nacional de Migración, estimó que del 26 de mayo a la fecha, unas 4 mil personas han llegado a pedir asilo por la frontera de Tijuana.

El 60% son mexicanos, mientras que 40% son de procedencia extranjera, en su mayoría haitianos.

El funcionario afirma que difícilmente alguno de los migrantes que llegan a pedir asilo humanitario a Estados Unidos lo obtendrá, y una vez que los entrevisten, serán enviados de regreso a sus lugares de origen.

La Segob tiene registrados, entre enero y mayo, el paso de mil 256 personas de El Congo, África, mientras que registran 39 de Haiti.

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