Mientras opositores a la alcaldesa de Chenalhó, Rosa Pérez Pérez, pidieron su renuncia en un lapso de 24 horas, la Iglesia católica solicitó a los inconformes a que se manifiesten “de forma pacífica”, para evitar un derramamiento de sangre, como ocurrió el 22 de diciembre de 1997, cuando fueron masacradas 45 personas.

Ayer, el síndico Miguel Santiz llegó acompañados de habitantes del municipio, a la plaza Catedral para leer un legajo, donde se le dio un plazo de 24 horas a la alcaldesa del PVEM para que entregue su renuncia ante el Congreso local.

La semana pasada los opositores cerraron carreteras, protestaron afuera del Congreso estatal, donde se enfrentaron con la policía, choque que generó disturbios y saqueos de varios comercios, por lo que detuvieron a 42 personas.

Además, quemaron tres casas, entre ellas la de la presidenta municipal y ahora amenazan con escalar las protestas, aunque no revelaron su estrategia, si para mañana no dimite Rosa Pérez.

En el documento firmado por síndicos, advirtieron que no esperarán hasta el jueves para reunirse con una comisión de legisladores locales y el grupo de la Diócesis que media en el conflicto.

Debido a que Pérez Pérez se ha negado a renunciar, en comunidades como el ejido Puebla, acusan, se ha registrado el desplazamiento forzoso de varias familias y la retención de opositores a la alcaldesa.

El grupo que encabeza el síndico municipal advirtió también que no va esperar hasta el jueves para reunirse con los legisladores locales, donde media el obispo Felipe Arizmendi Esquivel y el vicario Gonzalo Ituarte, pues lo que quieren es su renuncia en 24 horas.

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