El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, rindió un informe sobre sus primeros 100 días al frente de esta entidad. En el aseguró que se ha recuperado la gobernabilidad en la región.

Reconoció que persiste el problema de inseguridad provocado por grupos del crimen organizado, que están en pugna debido al gran consumo de droga en Estados Unidos (EU), por lo que aseguró que no será sencillo contrarrestar la violencia en esta entidad.

El acto inició al rededor de las 11:00, en las instalaciones de la Sala de la República de la Casa de Gobierno, al oriente de la capital, lugar que resultó insuficiente para albergar a los cientos de invitados, por lo que a varios alcaldes, diputados locales y funcionarios federales, no se les permitió el acceso, incluso a varios reporteros.

Astudillo anunció que para regresar la paz a los y las guerrerenses, se contratarán tres mil policías, que serán certificados y pagados con recursos del gobierno federal.

Atribuyó la violencia que se tiene en el estado, a la falta de voluntad política del gobierno anterior, encabezado por Rogelio Ortega Martínez, a quien acusó de solo haber ejercido el 40 por ciento de los recursos para la capacitación y equipamiento de las policías estatales.

Una preocupación de su administración, es procurar la seguridad en esta entidad, ante la violencia desatada puesto que se “mantienen las pugnas en territorio guerrerense, entre grupos delincuenciales, por un gran consumo de heroína en EU”.

Hizo un llamado a los tres poderes en Guerrero, a mantenerse unidos, a estar juntos, “como hasta ahora se está haciendo, para que Guerrero camine y quiero manifestar que hay gobernabilidad, en eso podemos estar tranquilos”.

Aseguró que las funciones de los tres niveles de gobierno están realizando sus funciones, lo mismo que los 81 ayuntamientos guerrerenses, ninguno está tomado y agregó: “no ha habido protestas ni tomas de casetas de cobro como con el gobierno anterior, lo que permitió que nuevamente el turismo nacional circulara hacia el puerto de Acapulco”.

Sostuvo que continuará manteniendo la comunicación y el diálogo, con las organizaciones sociales y diversos activistas, porque aseguró: “soy un gobernador  a quien le interesan los problemas del pueblo, porque las demandas que muchos exigen son justas, por ello pondré por delante el diálogo y la ley”.

Agradeció el apoyo del presidente de México, Enrique Peña Nieto, y del titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray, por los mil 200 millones de pesos, como ayuda emergente para Guerrero, y otros 600 millones de pesos, para la nómina de los trabajadores en el mes de diciembre del año pasado, que evitó el estallido de un conflicto laboral.

Al finalizar el evento el gobernador guerrerense, se negó a responder a las preguntas de los reporteros, mientras sus guardaespaldas lo protegían.

msl

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