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El acoso y hostigamiento sexual y laboral es una problemática grave en México, que se presenta frecuentemente y que las víctimas no denuncian porque está “naturalizado”, afirmó la experta en políticas públicas con género, Paola Monroy Flores.
En entrevista señaló que el total de las mexicanas han sufrido por lo menos una vez en su vida un episodio de acoso y hostigamiento en la calle o en el trabajo, pero no lo denuncian porque lo ven natural, como los silbidos o los piropos.
También, dijo, se le resta importancia porque es considerado un juego o coqueteo.
Sin embargo, subrayó que es fácil identificar estos delitos, pues “si te molesta es acoso u hostigamiento”, aclaró durante su visita de trabajo a Zacatecas para impartir capacitación a funcionarios del estado.
Luego de desarrollar talleres de género, organizados por la Secretaría de las Mujeres (Semujer), Monroy Flores lamentó que en el mundo no haya datos fidedignos sobre los casos de acoso y hostigamiento sexual y laboral, ya que aún no se le da la importancia que merece.
La ex asesora de género en el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) destacó la urgencia de visibilizar el acoso y hostigamiento, a fin de que la víctima y el agresor puedan identificarlos y evitarlos, ya que al no ser denunciados tampoco se castigan.
La violencia comunitaria es la que más sufren las mujeres, lo cual se refleja en las limitaciones que tienen cuando están en la calle. Un ejemplo, dijo, son los silbidos que los albañiles les lanzan cuando pasan por una construcción y, peor aun, muchos hombres piensan que se les deben agradecer los piropos.
En México debemos garantizar ciudades seguras para las mujeres, si no “el uso de los espacios para ellas se ve limitado”.
Aseguró que en el espacio laboral también es muy común esta problemática y se da en igual medida.
Los chistes e imágenes sexistas, insinuaciones y las palabras soeces en las áreas laborales también son considerados como acoso u hostigamiento, aclaró.
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