Eleazar Gómez muerde en teatro

cesar.huerta@eluniversal.com.mx

Hace 10 años que un rottweiler mordió en la pierna izquierda a Eleazar Gómez. Estaba haciendo un comercial cuando el canino de raza de pelea le dio el susto al actor y cantante, quien estaba en los cuernos de la luna por sus apariciones en las telenovelas Clase 406 y Rebelde.

“Fue un jaloncito que me dio, si no, ¡me arranca la pierna!”, recuerda un tanto divertido.

¿Alguna vez te han dicho que te has comportado como perro?

(Risas) Ahora que recuerde no, pero igual por ahí sí me lo dijeron.

Eleazar lleva un mes yendo como uno de esos animalitos de un lugar a otro. Los fines de semana comienza su travesía en el teatro Wilberto Canton y luego se traslada, el mismo día, al Centro Teatral Manolo Fábregas.

Lo hace en compañía de Gisela Sehedi, su compañera en el musical Como quieras... ¡perro ámame!, en la que se comparan las relaciones románticas con los caninos.

“No hemos hecho ninguna sola función igual”, dice en el lobby del primer inmueble, poco antes de entrar a función.

“Creamos mil cosas, improvisamos, jugamos mucho con la gente desde el primer momento y eso es bonito”, expresa.

Con tanta improvisación ¿no te quedas en blanco?

(Risas) Varias veces, se lo he dicho a Gisela Sehedi; como son muchas cosas nunca avisamos al otro qué va a pasar o decir, nos intercambiamos cosas por ejemplo y eso, de verdad, lo hace muy divertido.

Hay actores que tienen la pesadilla de que se les olvida el diálogo en el escenario o llegan con un vestuario distinto...

Yo he soñado que me caigo en el escenario y no dejo de caer, creo que por eso uno de mis grandes miedos ha sido el fracaso.

Pero ya viene un nuevo disco

¡Sí! Estamos en la etapa donde sólo faltan algunos pincelazos para darle vida a ese material, estoy colaborando con Erik Rubin y mi productor es Manuel Figueroa. Pero no puedo decir todavía nada más, sólo que el sencillo ya saldrá en unos cuantos días. Y nos acaban de decir que este años vamos a incursionar en cine, pero no puedo platicar mucho.

Hiciste el doblaje de El secreto del medallón de jade (2012).

¡Y también el de Cómo entrenar a tu dragón! Mucha gente no lo sabe, pero antes de telenovelas empecé en cine con María Elena Velasco (La India María) en Se equivocó la cigüeña, estaba muy pequeñito, quizá seis años, pero ese tipo de situaciones me hicieron decidir dedicarme a eso. Sí, extrañaba el cine.