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Nueva York.— Gloria Trevi no se contiene cuando de defender a los suyos se trata y a los hispanos de EU los ve así, parte de su vida; a ellos les pide en sus conciertos que voten, que elijan a un presidente que promueva la unión, no la división y la construcción de muros, que conozca la realidad de la mayoría y no de unos cuantos.

“Me nace muchísimo hacerlo por la forma en que se ha expresado Donald Trump. No soy una persona de desearle mal a nadie y ni es en contra de él; lo digo sinceramente, al señor le falta experiencia de saber lo que es trabajar duro, empezar desde abajo. Él tiene una realidad y con base en esa y a los comentarios de sus cuates con los que juega golf o se toma su tacita de té da su punto de vista. Para mí alguien que discrimina, para empezar, ya está muy mal en cualquier lugar del mundo”, dice en entrevista previa al concierto que ofreció la noche del jueves en el United Palace Theatre de Nueva York.

Este es uno de los 44 conciertos que ha ofrecido en su gira El Amor por Estados Unidos y del que tiene vivencias y experiencias de lo que sucede en el país cada día.

“En el Uber en el que venía, el chofer hablaba hindú, nosotros español y el de seguridad, inglés, esa es la magia de Estados Unidos, esta diversidad, tantas culturas y razas, ¿cuál es el mensaje? El cónsul de México (Diego Gómez Pickering) vino al concierto y decía: ‘no estamos en una época para hacer barda, sino para hacer puentes’. Si vas a gastar dinero, que no sea en dividir porque los muros están fuera de moda, ya vieron lo que pasó. Los países que se quedan dentro del muro se hunden”.

La intérprete de “Pelo suelto” ha oído que los estadounidenses quieren un cambio. “¿De qué?”, se pregunta mientras termina de arreglarse para el show, “eso déjaselo a todos los países tercermundistas. Pero, bueno, ¿quieres un cambio? Pues qué mejor que poner el poder en manos de una mujer, ¿o ponernos en manos de lo más conservador que llega a lo retrógrada?”

El coraje vuelve a su rostro. Es respetuosa de las políticas de otros países, de la misma manera en que le gusta que respeten a México, afirma, pero recuerda que ella contribuye en la vida cotidiana de Estados Unidos.

“Resulta que en este país hay mucho mexicano, entonces creo que sí puedo meter mi cuchara, y además, yo le doy trabajo a mucho americano. Como generadora de fuentes de empleos que soy, puedo expresar mi punto de vista. Y lo doy desde el punto de vista del amor, de la unión. Si no ponen la barda, Trump puede llegar a México cuando quiera, pero si la ponen, que la brinque. Si se queda como presidente, yo sí pongo una barda nada más para que él no se brinque”, ríe.

Y recuerda el efecto que causó Barack Obama, el actual presidente de EU, cuando estaba en campaña. “De Obama pueden criticar muchas cosas, pero lo que se respiraba era amor y abrazos, rompiendo barreras, y eso dio un cambio, y ahorita lo que se respira es mucha división”, considera.

Tiene para todos. Caracterizada de Mr. Trevi (el toro celoso que quiere una sola mujer para él, pero que puede andar con muchas en su show), cuenta que en esta gira trata de darle gusto a todos. “Hay seducción de Mr. Trevi, entrega de Mrs. Trevi, y clímax y orgasmo con su Gloria Trevi”.

Así es La Trevi, una y muchas a la vez. Terca y contreras, cosa que asume orgullosa, y que le ha permitido no estancarse en la industria de la música.

“Cuando hago algo que grande que es un éxito, no me gusta repetirlo. Aunque me digan: vamos a hacer (el disco) El Amor 2, puede que lo haga otro día, pero ahora no; lo estaría haciendo por mercadotecnia y me puedo aburrir”.

A diferencia de otros artistas de su generación, dice disfrutar lo que sucede en la industria de la música actual, donde ha prevalecido lo digital.

“Mientras otras personas están mortificadas en que ya no es como antes, que había que hacer el LP, yo digo: qué padre porque ahora puedes sacar un sencillo cuando se te hinche la gana y estás más en contacto con tu público, con la realidad social”.

Esto también le permite incorporar las cosas que van sucediendo día con día. “Como esto de Donald Trump, tragedias como lo de Orlando que me inspiran para decir: ¡basta! Ves a este tipo de personas y dices: por favor, tenemos que ir todos juntos”.

En medio de la gira, se reparte para atender a su familia: su esposo Armando que la acompaña y a sus dos hijos: Ángel Gabriel y Miguel Armando.

“Es impresionante, les toca un pedacito chiquito a todos, pero lleno de amor y de pasión. Tenemos presentaciones en Milwaukee y Chicago y al día siguiente me voy a ver a mi hijo Ángel Gabriel que está estudiando en Boston; luego él se regresa a sus clases y yo voy a casa a ver a mi otro hijo; después voy a cantarle a los colegas en un evento del Grammy. Hay que generar cosas que transmitan amor a los demás”.

Ya es hora. Pantalón negro, camisa blanca, cabello recogido, Gloria está lista para salir al escenario. Afuera la esperan más de dos mil personas, muchas caras conocidas, fans que la han seguido en su gira, pero que, como sea, vuelven a emocionarse y a llorar cuando se toman la foto con ella en el meet & greet. “¿Tú aquí otra vez?”, dice la cantante sorprendida. “No llores, que aquí está tu Mr. Trevi”.

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