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“Mientras ustedes no dejen de aplaudir, no dejo de cantar”, suele decir Vicente Fernández en conciertos que se tornan maratónicos.

La frase se acuñó hace 50 años aproximadamente en León, Guanajuato, durante una de las primeras presentaciones del Charro de Huentitán en los palenques del país...

“Había un empresario que se llamaba Jorge Patiño, tenía mucha presencia y siempre se paraba en las gradas frente a cualquier cantante que contrataba; la primera vez que me llevó, a la tercera canción me hizo una señal para que me saliera”, recuerda Vicente Fernández.

“A él sólo le importaban las peleas de gallos, así que le dije: ‘a ver, un momento, ese señor canoso que está ahí es el empresario y me está diciendo que me salga, como los toros malos para que me devuelvan al corral, pero yo no vivo de los empresarios, vivo del público, así que mientras ustedes no dejen de aplaudir yo no dejo de cantar’. El empresario se fue al hotel y yo seguí cantando hasta que el público quiso”, cuenta entusiasmado.

Esa comunión que el líder de los Fernández tiene con el público ha sido la clave de su éxito, una complicidad que tendrá su fin este sábado en el Estadio Azteca. Vicente habla sobre las circunstancias que lo llevaron a tomar la decisión de decir adiós a los escenarios, pero no a dejar la música ni al público del todo.

¿Dejará la música?

No me alejaré de la música, seguiré grabando canciones y videos, tengo como 200 canciones grabadas para estar vivo con el publico; me dedicaré a mi familia, tengo ganas de salir con mi mujer, mis hijos y mis nietos a disfrutar y, si quiero, comerme una nieve sin tener que cuidarme la garganta porque voy a cantar, porque viví para el público 50 años.

¿Cómo está preparando el concierto del sábado?

Nunca preparo un show, salgo y canto lo que creo que al público le va a gustar.

¿Habrá invitados especiales?

Sólo Alejandro (Fernández) será invitado, se me propuso que vinieran Shakira, Julio Iglesias, Tony Bennett, pero dije que no iban a querer venir porque invitar a alguien de tan lejos sólo a cantar un éxito ajeno es difícil… y efectivamente no vendrán y no se los tomo a mal. Pero Alejandro no va, lo llevo, hace 14 años no nos han vuelto a ver cantar juntos, pero cantará dos o tres canciones y va para adentro porque el del homenaje soy yo, y si me muero ahí, bien muerto.

¿Cómo han sido los meses desde que anunció que su concierto de despedida será en el Azteca?

Desde hace mucho tiempo la puerta del rancho está abierta para quien quiera entrar y la gente pasa a retratarse con los caballos o en la alberca. Pero cunado murió Joan Sebastian (el 13 de julio de 2015) yo me sentía muy mal y me vine a ver entrenar a los caballos; y de repente volteé y les dije: ¿qué no traen cámaras? Ellos me dijeron que sí y preguntaron que si podíamos retratarnos, les dije que claro. Empezaron a llegar como 300 gentes diarias y los últimos días como 2 mil 500 diarias, y ahí me estaba hasta que se iba el último, no me rajaba, fueron ocho meses de estar ahí de las 10 de la mañana a las seis de la tarde. Venían de África, Brasil, Canadá.

Tuvo que dejarlos.

Me estaba enfermando de la garganta por la tierra y empezó a hacer mucho viento en Guadalajara, así que puse un anuncio en mi página (web) de que iba a preparar el show, pero que después de ese compromiso el que quiera venir puede hacerlo, lo hago con gusto porque la gente me da vida, amo a la gente.

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