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No es conformista ni demasiado tolerante con su música pero Alexander Acha se exige mucho a sí mismo porque quiere dejar una huella perfecta y aportar algo al mundo para después ser recordado, motivar e inspirar con su trabajo a otros, incluyendo a su primer hijo que nacerá en noviembre.

“El apellido nunca me generó presión porque estoy convencido y seguro de lo que mi música es, siento que lo que me respalda es que compongo y eso automáticamente tiene un estilo y un sello, aunque puede haber gente a la que le gusta y gente a la que no”, contó el hijo de Emmanuel.

El cantante de 30 años se ha desarrollado en su faceta de compositor, por lo que comenta que además de trabajar en canciones que aporten, ha dado algunos temas a Yahir y a su propio mentor, quien lo adentró al gusto musical.

“Físicamente me podré parecer a él, sí, en la voz también, pero lo que va a vivir son las canciones y no los artistas, porque ellos se mueren y sus obras se quedan, por eso quiero diferenciarme”.

Alexander se considera alguien versátil que lo mismo interpreta canciones románticas que rítmicas, pero también se interesa por hablar de temas abstractos, sociales y espirituales por su fe católica.

“A mi papá y a Luis Miguel les decían que eran baladistas y al final resultó que no fueron, tienen muchos éxitos rítmicos. Yo estoy haciendo una carrera con puntos medios y con música de llega de forma natural”, explicó.

En camino. A la llegada de su primogénito en noviembre, Acha le dedica su próximo show del sábado; nada, dice, lo hace sentirse más orgulloso que hablar de la familia que creó junto a su esposa María Rojo de la Vega.

“Vino con torta bajo el brazo, una torta de 3 mil 500 personas y un show padrísimo. Espero que sea el inicio y no el fin, porque quiero que mucha gente vea el show”, expresa en el ensayo general de su concierto en el Teatro Metropólitan.

“¿Qué te puedo decir?”, se pregunta sobre el sentir hacia su hijo. “Que salga mejor que yo porque si no me va a doler la cabeza”.

Al igual que ha ensayado por días enteros para su concierto, lo hace para ser papá. “He leído algunas cosas pero más que nada tengo unos maravillosos ejemplos en mi familia: mi abuelo, mi papá, mi suegro. Hay gente que conozco y admiro como padres y la observo, pregunto. Y también es la intuición, como los perritos, que no aprenden y sin embargo saben ser papás”.

Aún no sabe qué decisiones podría tener su hijo para su futuro o profesión, pero desde ya Alexander se apunta para componer sus éxitos si es que decidiera seguir la tradición en la familia y adentrarse a la industria musical.

“Mientras estés lleno de amor haces las cosas bien porque debe ser lo que mueva todo y la forma en la que lo hagas; no nada más es corregirlo, si no cómo lo vas a hacer. Si lo tengo que castigar, será con amor, pero lo voy a hacer porque no por ser firme no tienes amor”.

El show. En un espectáculo de hora 40 minutos interpretará cerca de 20 temas y dos covers, uno de ellos como homenaje a Gino Vanelli (“Appaloosa”).

Con una banda de cerca de 13 músicos, incluyendo un cuarteto de cuerdas y dos coristas, el intérprete de “Claroscuro” tendrá como invitado especial a Aleks Syntek.

“Siempre lo he admirado como músico, le gusta innovar y buscar sonidos frescos; es un placer compartir el escenario con él; no quería invitar a alguien sólo por invitarlo, tenía que ser alguien a quien yo escuchara. Syntek ya es parte de la historia del pop mexicano y de nuestra vida”.

Acepta que siente nervios, pero lo toma del lado positivo.

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