cristina.pineda@eluniversal.com.mx

Como si fueran los años 90, OV7 y Kabah hicieron un viaje en el tiempo para rescatar los looks extravagantes, cortes de cabello, crinolinas y overoles que fueron parte de su imagen para revivir esa época al lado de su público en la gira que han realizado juntos este año.

“Nos encantaba el overol, era lo máximo porque te podías poner lo que fuera abajo y jugar con el color de la playera. Lo que no era muy cómodo es que de repente teníamos show en lugares con humedad y acabábamos como unas piltrafas porque son calientes”, remembró María José.

Ambos utilizan esos vestuarios durante los nueve conciertos que han ofrecido en el Auditorio Nacional y lo harán en la nueva fecha para el 30 de septiembre en el recinto.

“Me acuerdo de las promociones en España que no les importaba, íbamos caminando con las crinolinas en medio de la calle; la gente por supuesto se nos quedaba viendo rarísimo, como unos niños vestidos como de los años 60 porque ya habían pasado de moda”, dijo Mariana Ochoa.

Pero para los que regresaron a los escenarios después de 10 años, hay una historia detrás de los vestuarios a los que les ponían nombres propios y hasta japoneses, que complementaban con pelucas o máscaras.

“La historia es increíble porque cuando Kabah empezó no teníamos dinero y se nos ocurrieron los overoles originales que utiliza la gente de limpieza de la ciudad de México, los vendían afuera del metro Camarones y costaban 33 pesos; los de la tienda se emocionaron de verlos en la tele y mandamos a hacer diferentes colores”, explicó Daniela Magún. “Por supuesto que ya cuestan más caros”, contó con humor André Quijano.

Los 11 integrantes han llegado a avergonzarse al ver lo que solían hacer antes, como pintarse el cabello, peinarse o usar ciertos accesorios, pero al mismo tiempo están orgullosos porque les recuerdan éxitos y alegrías.

“Nos llevan a un lugar mágico donde teníamos una infancia muy divertida, empezábamos a trabajar y nunca creímos que el grupo iba a durar tantos años (cumplieron 26). Nos encanta ponérnoslo porque la gente recuerda también”, expresó Érika Saba. René Ortiz complementó su idea: “Siempre entendimos que era tratar de innovar, pero sobre todo divertirnos nosotros, aunque obviamente eso lleva a que hoy vea las fotos y diga ‘aaahhh’”.

La gira que los ha llevado juntos a pisar reconocidos escenarios en la república mexicana quedó plasmada en un DVD + CD que se grabó en dos días. Tanto Daniela como Érika se encargaron de la edición, mientras que Sergio hizo lo propio con el audio. “Cada uno de los días tuvo su magia, a lo mejor en una misma canción las dos tomas estaban increíbles, pero se escogieron pedazos de lo mejor”, expresó Óscar Schwebel.

Todo ello fue la recompensa del complicado proceso de aprendizaje y ensayos durante meses, además de lo difícil que fue la selección de temas y sus 30 coreografías. “No teníamos ninguna expectativa, pero cuando nos volvimos a encontrar notamos lo emotivo que es estar con tus hermanos, mirarnos a los ojos y saber la respuesta del público. Siempre les he dicho que me siento orgulloso de ellos”, dijo André.

Gira de la nostalgia. Ambas agrupaciones reconocen que el éxito de su reunión es gracias a la nostalgia por diversos momentos a través de sus canciones, como el primer beso.

Pese a que siempre se les vio como rivales, los músicos afirmaron que su competencia era sana.

“Estaba prohibido para nosotros cantar o bailar alguna de Kabah. En los 90 cuando de pronto salíamos no nos hacía mucha gracia cantar sus canciones. Hoy en día con otras experiencias y madurez resulta muy divertido darnos ese permiso”, dijo Lidia Ávila.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses