En la versión en vivo de la canción "Yo no nací para amar" hay un sólo de saxofón porque a Juan Gabriel le encantaba su sonido, le parecía, incluso, sexy. El Divo de Juárez empezaba a cantar: "Todos mis amigos se encontraban en la misma situación", cuando José Ángel Ramos Nieto daba un paso al frente con su instrumento y empezaba un juego seductor.

Juan Gabriel se dejaba hacer con el sonido, se retorcía, arqueaba su espalda, sonreía y seducía al instrumento y a su músico ante la euforia del público. Hoy, José Ángel lo recuerda y, se resiste a nombrarlo en pasado.

"Él es muy espontáneo, él es como lo conoce toda la gente y su público, muy espontáneo. A la hora en que yo participaba con él, le gustaba el sonido del saxofón, siempre le ha parecido sexy. Así que cuando yo tocaba con él, le encantaba y jugaba un poco conmigo. De repente lo sentí más cerca y más cerca, mientras yo seguía tocando; así que me fui echando para atrás y para atrás y así se dio el juego interactivo entre nosotros, y se quedó en el show durante largos años", cuenta a EL UNIVERSAL. 

En "Insensible" José Ángel también tenía un sólo, pero en este tema Juan Gabriel buscaba darle un momento para presumir el talento de su músico que se integró a las filas de su orquesta desde 2003.

"Él nos hizo bailar. A mí me daba pena bailar. En uno de los temas me dijo que pasara al frente, pero yo no quería. Le dije: 'No señor'. Él empezó a gritar hacia el público '¡Ángel, Ángel!'. Todos empezaron a gritar mi nombre y no me quedó de otra más que bailar. Traté de hacer lo mejores pasos en el show", recuerda.

Sobre el destino del grupo de músicos que acompañaron a Juan Gabriel durante más de tres décadas, liderados por Daniel López, aún no hay certezas, pero José Ángel advierte: "Aún no sabemos qué va a pasar. Preparamos este homenaje para el señor. Supongo que habrá más y espero que podamos estar con él, siempre con él, él sabe que estaremos siempre".

lsm

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