Famosos en la era del escarnio global

cristina.pineda@eluniversal.com.mx

Los cambios que han provocado las redes sociales en la industria del entretenimiento no sólo son en el ámbito creativo (la manera en que se produce y difunde música o programas) también han afectado la manera en que deben manejar su vida privada.

El mundo digital tiene una lógica completamente diferente y esto se explica porque las estadísticas que miden el comportamiento de los usuarios en México han cambiado: ahora se ve menos televisión, se escucha menos la radio y se leen menos medios impresos. “Cuando haces una estrategia de comunicación tienes que ser muy cuidadoso, pensar que no necesariamente entre más personas te vean más exitoso vas a ser y tienes que saber que entre más segmentado seas, más te acerques a las personas que realmente estén interesados en ti, mejor va a ser tu estrategia”, apuntó Rubén Darío especialista en manejo de crisis en redes.

Y el escándalo ahora no significa mayor popularidad y ventas. Darío toma de ejemplo el caso de Alejandro Fernández y polémicas como la de su foto en Las Vegas con el torso desnudo: “Simplemente gente que ni siquiera le interesa la música de Alejandro Fernández se está burlando. ¿Tiene más seguidores? Sí, pero eso no significa más ventas, sólo es el morbo por ver qué está sucediendo”.

Por supuesto que al darse a conocer la fotografía los memes no tardaron en aparecer poniendo todo tipo de situaciones y frases, algo que generó burlas hacia su persona. Al ser tan populares, estas formas de expresión cuentan la opinión pública con un sentido del humor muy mexicano: sarcástico, agresivo, de doble sentido.

"El Potrillo" vive de vender su imagen, pero en el proceso su vida privada prácticamente desapareció.

“Eso le pasó a Lucero no solamente con el incidente del guarura que saca a la pistola y la contestación, porque lo que la saca del Teletón y los actos caritativos es que ella apareció con un animal que había matado porque se fue de cacería; ella alegaba que eso era privado, pero eso ya no existe sobre todo en este tipo de figuras. Si lo publicaste prácticamente deja de ser de ti, se convierte de Internet”, dice Darío.

No es la primera vez que Alejandro Fernández se ve envuelto en un escándalo viral. Si bien el más reciente es la fotografía con el torso desnudo en Las Vegas, anteriormente ya había dado de qué hablar.

Una de esas veces fue cuando publicó en su cuenta de Instagram una imagen donde se tomaba una selfie dentro de un elevador utilizando lentes de sol, un gorro y gabardina blancos. Las críticas llegaron de inmediato al calificarlo como “poco varonil”.

Rubén Darío, profesor de la UNAM, considera que es porque Internet no tiene control, es libre y circula tanto lo bueno como lo malo por lo que la peor parte se la llevan los personajes públicos. “Ellos son más susceptibles de ser expuestos; menos vida privada tienen. Lo peor de todo es que lo que digas o hagas puede ser sacado de contexto de forma casi inmediata y brutal, como lo que le pasó a Martha Debayle con su radio para ‘jodidos’.

“Es un hecho que nosotros estamos hambrientos de consumir contenidos, eso nos hace sensibles a todos de ser víctimas en cualquier momento de este tipo de situaciones en donde se exhibe parte de la vida privada de una persona”, expresó.

Escarnio global. En septiembre del año pasado, Alejandro Fernández sufrió un aparatoso accidente automovilístico. Lo interesante es que su oficina de prensa en un inicio negó que Fernández haya estado involucrado y denegó la responsabilidad a uno de sus empleados; aunque sufrió heridas leves, después se supo que el intérprete sí iba en el automóvil y suspendió sus fechas en el Auditorio Nacional.

En junio de este año sufrió una gangrena gasesosa producto de una mordedura, por lo que tuvo que ser intervenido en un hospital. Él afirmó que la herida se la hizo su perro Kush pero hubo versiones sobre que se había tratado de la mordida de un jaguar.

De acuerdo con Rubén Darío debería existir una regulación al contenido en las redes sociales, pero también lo ve como un sueño guajiro.

“Todos estamos expuestos a convertirnos en famosos por un momento, no es la mejor manera. Tan sencillo como los lords y las ladys que hay en este momento, ya los pusimos de moda y es una lástima que tengamos que recurrir a la exhibición para obtener algún tipo de apoyo o condena social”.