El título de la película La La Land proviene de la forma en que se conoce al condado de Los Ángeles (por sus siglas LA), más concretamente a Hollywood, tierra de esperanzas, sueños, y en muchas ocasiones, anhelos rotos.

Este domingo este icónico lugar vio cómo el sueño del joven realizador Damien Chazelle se hizo realidad al conseguir que su filme musical La La Land se coronara anoche como el gran ganador de la 74 edición de los Globos de Oro, celebrada en el Hotel Beverly Hilton de LA, al conseguir las siete estatuillas por las que competía. La cinta, segunda en la carrera de Chazelle, es un homenaje a los filmes musicales de la época dorada de Hollywood que arrasó en todas las categorías musicales.

El filme protagonizado por Emma Stone y Ryan Gosling consiguió las categorías principales: Mejor película comedia o musical, Director (Chazelle), Actor comedia o musical (Gosling) y Actriz comedia o musical (Stone).

Las categorías técnicas también fueron suyas: Mejor guión (Chazelle), Banda sonora (Justin Hurwitz) y Canción original “City of Stars” (Justin Hurwitz, Benj Pasek y Justin Paul).

A su llegada al escenario para recibir su presea, Emma señaló que su premio lo compartía con aquellos entusiastas que, al igual que ella, llegaron a Los Ángeles a perseguir su sueño.

“Es una película para soñadores, para cualquiera a quien le hayan cerrado la puerta en la cara, a aquellos actores que les hayan cortado una audición, para aquellos que les han querido truncar su sueño”, confesó.

La idea que tienen Stone y Chazelle sobre Hollywood como tierra de oportunidades también la compartió Meryl Streep, quien al recibir el premio honorífico Cecil B. Demille lanzó un discurso en el que alabó la importancia del entretenimiento esta ciudad, pero también a todos aquellos que viven en ella y la forman.

Streep se mostró conmovida al ofrecer un mensaje de inclusión y para externar su rechazo a políticas que separan y discriminen.

Dijo que de la gente esa noche en esa ceremonia se encontraban tres de los grupos más vilipendiados de Estados Unidos: Hollywood, los extranjeros y la prensa, por ello, dijo, si las nueva políticas impidieran la migración, Estados Unidos se quedaría sin nadie.

“Si botamos a todos no nos quedará nada más qué ver que no sea futbol o artes marciales, que no son arte”.

La actriz recordó cuando Donald Trump, entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos, se burló de un reportero con discapacidad.

“Me rompió el corazón cuando lo vi y no lo saco de mi cabeza porque no era una película, era la vida real. Ese instinto de humillar, cuando es realizado por alguien en una plataforma pública, permea la vida de todos porque da permiso a la gente para hacerlo”.

Meryl culminó su discurso recordando las palabras de Carrie Fisher, fallecida el 28 de diciembre.

“Como me dijo una vez mi amiga, la Princesa Leia: ‘toma tu corazón roto y conviértelo en arte’”.

Aunque este año los Globos de Oro premiaron a series realizadas y distribuidas de forma convencional como The Night Manager, que ganó Actor secundario (Hugh Laurie), Actor miniserie (Tom Hiddlestone) y Actriz secundaria (Olivia Colman), la televisión tradicional y premium cedieron el paso a los servicios streaming en las categorías principales.

La sorpresa de esta edición fue The Crown, serie creada por Netflix, la cual se llevó a casa los premios a Mejor actriz (Claire Foy) y Serie dramática, venciendo a las dos producciones de su competencia HBO con las que se enfrentaba (Westworld y Game of Thrones).

Este año Transparent, serie original de Amazon, se fue con las manos vacías, a diferencia de años anteriores, pero llegó el relevo de esta nueva plataforma digital, Goliath, cuyo protagonista Billy Bob Thorton fue Mejor actor de televisión dramática. 

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