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Entre México y Finlandia hay casi 10 mil kilómetros de distancia y existen pocas similitudes entre ambas naciones.

Eso no impidió que la tierra del mariachi y el tequila despertara el interés de Klaus Härö por el cine y que de manera indirecta realizara su reciente filme El último duelo, largometraje que además es el primer filme finlandés nominado a un Globo de Oro en más de seis décadas en la categoría de Mejor Película de Habla no Inglesa.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Härö recordó aquella ocasión en la que a través del televisor descubrió el “exótico país” de nombre México.

“De pequeño un día vi los Juegos Olímpicos de 1968 y descubrí México, había algo que me fascinó de este país, parecía muy cálido. Poco después comencé a buscar más acerca de él y eso me llevo a descubrir su cine, era fantástico darme cuenta como a través de el cine podía descubrir lugares que no conocía físicamente”, dijo.

Este interés hizo que más tarde comenzará a ver largometrajes de todo el mundo y su vocación por hacer filmes naciera, deseo que vio cristalizado hasta 2003 cuando debutó en la pantalla grande con la cinta Elina: As If I Wasn’t There.

Tres filmes después llegó El último duelo, trabajo con el que el reconocimiento global llegó a su carrera con un trabajo al que él describió como “una historia de amor en tiempos de guerra”.

En su nuevo trabajo, que se podrá ver en las salas de cine mexicanas desde este viernes, Klaus cuenta la historia de Endel, un fugitivo de la policía soviética que es forzado a refugiarse en un pequeño pueblo donde se convierte en maestro de educación física.

Será en este lugar dónde el protagonistas enseñará a un grupo de niños su mayor pasión, el esgrima. Las cosas se complicarán cuando sus alumnos quieren participar en una competencia en Leningrado, lo cual pondrá a Endel en apuros y tendrá que decidir entre seguir con sus alumnos o salvar su vida.

Este filme, al igual que los anteriores en la filmografía del director, están basados en hechos verdaderos, en este caso en la historia real del esgrimista Endel Neils, quien afirmó el director “su pasión por el deporte le salvó la vida”.

“Casi todas mis películas son de época y sobre personas que existieron. Cuando haces una película así, siempre me pregunto cómo hacer que sea contemporánea, pero es una pregunta equivocada, porque creo que si el filme habla sobre el comportamiento humano siempre será atemporal, en este caso, creo que habla de la necesidad de vivir en comunidad y ayudar a formar a las nuevas generaciones”, explicó.

Además, Klaus dijo que seguir viviendo en Finlandia le da un significado distinto de lo que es ser cineasta y de lo que conlleva, en comparación a lo que significa en Hollywood, por ello afirmó, quizá no le preocupa que tan comercial o no pueda ser su trabajo.

Eso no impide que estar nominado a premios como el Globo de Oro, no le emocione, pues aunque no trabaja para los premios, siempre son un buen aliciente de que esta haciendo bien su trabajo.

“Nunca he sentido la necesidad de sujetarme o seguir las tendencias, por que al final creo que todas ellas son pasajeras y con el tiempo o no perdurarán y bueno, al final los cineastas queremos que nuestro trabajo siga siendo visto para la posteridad”, detalló.

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